Con Jesús en mano, en Camba se ilusionan para lograr el milagro
En el 2024 el gigante de Ensenada tendrá la posibilidad de disputar la Primera C, volviendo al “fútbol profesional” después de varias temporadas. Martínez, uno de sus conductores, dialogó en exclusiva con diario Hoy.
Defensores de Cambaceres tuvo una gran temporada en la Primera D Metropolitana. El equipo de Rivadavia y Quintana no logró el campeonato, como tampoco la clasificación a la Copa Argentina, pero igualmente fue uno de los animadores de la temporada, estando en la parte más alta de la tabla anual, con una gran regularidad y resultados más que positivos.
Sin embargo, la gran alegría llegó con la noticia de la unificación de la categoría con la Primera C, por lo que el Rojo a partir de la temporada entrante jugará la C. En diálogo con El Clásico uno de los técnicos, Jesús Martínez, analizó lo que fue el año, el armado del plantel y lo que viene.
—¿Cómo atravesaron el final de temporada?
—Tuvimos que cortar los entrenamientos el 8. La cuestión económica para armar el plantel es algo complicado, charlamos con los dirigentes, pero no es una cuestión sencilla. En un principio hablamos para traer jugadores acorde a lo que a uno le gusta y pretende, que sean de la categoría, lamentablemente no se pudo por los números altos, pero lógicamente los que van llegando están avalados por nosotros. La idea igual era dejar el plantel, hay chicos que ya tienen 30, 40 partidos jugados en la D, no es poca cosa.
—¿Hay ansiedad por llegar a la C?
—Es una división hermosa para jugar. No está claro cómo va a ser el formato, pero sabemos que es difícil, hay clubes gerenciados y esa billetera es difícil de competir, hay clubes que se llevan a la mayoría de los jugadores. Cuando arrancás a negociar, tenés que pensar en mínimo 200 mil pesos para la nafta, es complicado, la dirigencia hace un esfuerzo grande en buscar sponsors, y hay que trabajar en conjunto. El campeonato va a arrancar la última semana de enero, aunque nos vendría bien que se estire, ja, así podemos entrenar un poco más.
—Es difícil hablar de nombres propios, pero… ¿Rodo Fernández va a seguir?
—Demostró en los años anteriores que puede jugar en otra categoría, aunque es un chico que a nosotros nos interesa mucho. Hemos hecho fuerza de todos lados para que los dirigentes puedan terminar de sostenerlo. Él tiene de su parte la predisposición de seguir, le gustó el proceso que tuvimos este año, así que hemos terminado un año con los chicos muy unidos, aunque la D es una categoría difícil, muchos tienen viáticos pero la gran mayoría tiene que salir a trabajar. Como grupo hemos formado un vínculo que quedó a la vista en los últimos partidos.
—En lo personal, estás cumpliendo un sueño…
—Es mi primer club. Mi cuadra. A los 4 años mi papá me llevaba en su bicicleta a jugar. Es donde logré mi primer trofeo. Donde pude dar mis primeros pasos como nene y con el sueño de algún día poder vestir la camiseta de Cambaceres. Me pasó, la pude defender dentro de la cancha. Estuve ocho años dirigiendo, enfocado en dirigir este banco. Pude dirigir casi 30 fechas, tratando de dar lo mejor de uno, que creo tan mal no nos fue, más allá que este club tiene una historia tan grande que siempre te exige pelear. Estoy agradecido a Dios, a mi viejo, no soy hincha de ningún otro club, soy hincha de Cambaceres. Me pongo a pensar, hace poco estaba en Porteño, con todo el orgullo que conlleva, pero hoy terminó una etapa en la D y arranco otra, con el sueño de seguir creciendo y marcar el apellido acá sería la frutilla del postre.
—¿Cómo te agarra de salud?
—El fútbol me da vida. Es el sostén de la familia. Estoy viviendo momentos increíbles y la enfermedad que uno conlleva todos los días es muy anímica, pero hoy me siento de 10 y muy contenido. Si en algún momento alguien tiene pensado que no voy a estar dentro de un vestuario de alguna cancha, es porque ya no voy a estar más. Estoy fortalecido, con ambición, con hambre, con sueños por cumplir. Estoy bien, no hay nada que me detenga y seguir apostando.