Copa Argentina: con polémica y por penales, Chacarita eliminó a Tigre en la reanudación
El Funebrero lo empató rápidamente con gol de Salinas y luego logró la clasificación desde los 12 pasos. Fernando Brandán, el futbolista del que habló el país tras recibir un golpe en su ojo por un proyectil, anotó el penal ganador en la tanda.
Fue como sacado de una película, o incluso aún más espectacular. Chacarita y Tigre protagonizaron un clásico cinematográfico con emociones para llenar varios cines. El Funebrero lo igualó de entrada con el tanto de Rodrigo Salinas y forzó los penales tras los dos tiempos disputados de 20 minutos cada uno. El héroe fue Fernando Brandán.
Y es que la primera mitad de este caso fue, cuanto menos, polémico. El Tigre de Néstor Gorosito vencía en Sarandí a su clásico rival por 1-0, remontando una racha de ocho encuentros sin victorias. Parecía un sueño, pero la cosa se torció cuando un hincha de la parcialidad del Matador arrojó un botellazo que impactó en la cabeza de Brandán y el partido terminó por suspenderse.
De un tiempo a esta parte, las cosas entre ambos equipos habían cambiado. Ninguno era el mismo. Pipo ya no era el DT de Tigre, y Chaca (que había arrancado mal en la Primera Nacional) levantó cabeza y llegó a la reanudación del duelo con ganas de reescribir el guión.
El partido estaba listo para reanudarse en Sarandí, y los que sacaron del medio fueron los dirigidos por Sebastián Domínguez. Pero rápidamente perdieron la pelota. Chaca empujó hasta el arco de Zenobio donde Rodrigo Salinas, bien a su estilo de goleador, recibió de espaldas al arco y clavó el empate con una media vuelta apenas a un minuto del pitazo inicial. Pero la polémica no faltó, después de todo, en el comienzo de la jugada el delantero se encontraba en posición adelantada.
Pero a esta historia le quedaba un capítulo, y por supuesto, no hay historia sin un héroe. En este caso, quien tomó tal papel fue Brandán. Quien casi sin quererlo había sido un actor para que las cosas sucedieran como fueron. La definición del duelo fue desde los 12 pasos. Y Sánchez Miño, lateral del Matador, fue el primero en desperdiciar su tiro.
Fue entonces cuando el propio Brandán se encontró frente a la pelota y con un potente derechazo, la clavó en el ángulo defendido por Zenobio y selló la épica de Chaca. En consecuencia, el festejo fue más efusivo que de costumbre y el Funebrero ya comienza a soñar con replicar la hazaña en la siguiente ronda ante San Lorenzo.