El avance femenino en el deporte: la historia de Lorena Mac Coll
A base de perseverancia y talento, se convirtió en la primera mujer árbitro internacional de beach handball en el continente. En una extensa charla con diario Hoy, la referí de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 habló de todo.
Muchas cosas cambiaron desde aquella histórica foto de la atleta Kathrine Switzer, a la que un comisario intentó frenar para que no finalizara el maratón de Boston en 1967, convirtiéndose en un icono de la lucha por la igualdad de la mujer en el deporte. En la actualidad, el mundo deportivo continúa con la incursión de las mujeres en ámbitos donde era difícil posicionarse, y el handball también permitió que una representante argentina lograra ubicarse en un ambiente con mayoría de hombres. Lorena Mac Coll, árbitro internacional de beach handball, se convirtió en la primera mujer en dirigir en el continente, a base de esfuerzo y sacrificio. En diálogo con El Clásico, la abanderada de la disciplina relató todo lo que pasó para llegar a ese lugar.
Su carrera empezó como árbitro de indoor, de handball de sala, un deporte que ya practicaba y le apasionaba. Allí encontró una profesión que la marcaría de por vida. En 2008 recibió una convocatoria de un curso de capacitación para el primer Sudamericano de playa que se hizo en Uruguay y no lo dudó.
El debut fue en un torneo oficial, en el Panamericano masculino que se hizo en Mar del Plata, con todo el espectáculo que esto implica. En el torneo era la única mujer entre todos árbitros hombres. “La figura del rol femenino en el arbitraje siempre fue minoría. La perseverancia de mantenerme en la disciplina fue lo que me hizo destacarme, en cierta forma. En el 2011 dejé de ser árbitro de sala y me dediqué de lleno al de playa, con un montón de trabas porque no se conocía mucho”, sentenció Mac Coll.
Lorena es docente para las nuevas camadas de árbitros, y también en el Círculo de Periodistas Deportivos. “El arbitraje me abrió las puertas de la docencia. En las primeras prácticas arbitrales tenía 17 años, y desde esa época ya me gustaba explicarlo y fundamentarlo con otros. También soy profesora de Educación Física y licenciada en Alto Rendimiento Deportivo”.
La lucha no fue sólo en el arbitraje, sino también en el plano social. Mac Coll integra una agrupación que se llama Juventud Deportiva y que busca ser sinónimo de inclusión: “Es una agrupación que se creó y autoconvocó con diferentes jóvenes de intereses y espacios diversos, con la impronta de dar lugar a las voces de personas que no se escuchan en agrupaciones políticas ya conformadas con gente de experiencia. Tiene la intención de promover una nueva gestión, nuevos líderes que se animen a pensar distinto y rompan algunas lógicas de las costumbres que tienen en otras agrupaciones”.
Y de la misma manera, lleva adelante un trabajo incansable por la disciplina con el lema “Beach handball para todos”. “No es un programa que tenga una política deportiva o que se esté aplicando como tal, fue algo que surgió en esta búsqueda de que el deporte llegue a todos y todas. Me siento abanderada de este deporte y trabajo para demostrar que se puede adaptar cualquier lugar para que llegue a las personas interesadas en practicarlo”, concluyó Mac Coll.