Los hinchas volvieron a copar 7 y 50
La ciudad se vistió de rojo y blanco con los festejos de una semana inolvidable para Estudiantes, que alcanzó el bicampeonato.
Estudiantes CampeónEstudiantes volvió a gritar campeón y La Plata fue una sola fiesta. En medio de los festejos por el Trofeo de Campeones, Santiago Ascacíbar tomó la palabra, disfrutó el presente y evitó definiciones sobre su continuidad. Boca y River aparecen en el radar, pero el capitán eligió vivir el ahora.
22/12/2025 - 00:00hs
La noche fue roja y blanca. Tras la consagración ante Platense en San Nicolás, Estudiantes celebró otro título y cerró una semana perfecta, con dos vueltas olímpicas que confirmaron un año inolvidable. En ese contexto de euforia, uno de los nombres que concentró todas las miradas fue el de Santiago Ascacíbar, capitán, referente y emblema de este equipo campeón.
Con la medalla colgada y la sonrisa intacta, el Ruso se permitió disfrutar. Fue buscado, consultado y rodeado, pero eligió la cautela. “Seguramente la de Estudiantes me queda linda. Pero bueno, uno va a pensar en lo que viene… ahora tengo ganas de festejar”, soltó, sincero, dejando en claro que el momento pedía celebración y no balances apresurados.
Las palabras no sorprendieron. Ascacíbar ya había marcado el mismo camino tras la obtención del Torneo Clausura, cuando dejó en claro que cualquier análisis sobre su futuro quedaría para después de la última final del año. “Me queda una final más y después uno va a pensar el futuro”, había dicho entonces. Esa final llegó, Estudiantes la ganó y ahora sí el interrogante vuelve a escena.
El mediocampista fue nuevamente clave en el Trofeo de Campeones, sosteniendo el equilibrio, el carácter y la identidad de un equipo que se acostumbró a competir en instancias límite. Su nivel, liderazgo y vigencia lo colocan inevitablemente en el centro del mercado. Tanto Boca Juniors como River Plate siguen de cerca su situación y lo tienen en carpeta de cara a la próxima temporada.
En City Bell saben que el escenario es complejo. Ascacíbar tiene contrato, es un jugador querido y respetado, pero también es consciente de que atraviesa un momento clave de su carrera. Por eso, puertas adentro, nadie lo apura. El propio futbolista fue claro: primero festejar, después decidir.
Mientras tanto, La Plata sigue celebrando. El plantel se reencontró con su gente, hubo festejos multitudinarios y una sensación que atraviesa todo: orgullo. Estudiantes cerró el año en lo más alto y su capitán fue la cara visible de ese proceso.
El futuro llegará con reuniones, llamados y ofertas. Hoy, Ascacíbar elige disfrutar lo que construyó con esta camiseta. Campeón, referente y símbolo de un Pincha que volvió a ganar. El después, como él mismo dijo, será tema de otro día.