Expresidente del Pincha quedó en la mira por el polémico estado de Santiago

Una vez más, el expresidente de Estudiantes quedó en el medio de la polémica por el manejo de los fondos que hizo el gobierno de Santiago de Estero para construir en poco tiempo el Estadio Único en el que se jugó la final de la Supercopa Argentina y que fue inaugurado el último jueves con Claudio “Chiqui” Tapia presente en el lugar.

Varios medios del norte del país tomaron nota de la megafiesta de inauguración del denominado Estadio Único en donde también jugará la Selección nacional con Uruguay a fin de mes, por el gasto que hizo el estado provincial para realizar esa obra, para la cual se contrató al expresidente del Pincha Enrique Lombardi.

Ya en sus últimos meses como dirigente de Estudiantes, el arquitecto había estrechado lazos con el gobierno de Santiago del Estero, y siempre estuvo cerca del gobernador Samora.
La inauguración del megaestadio techado provocó el enojo de varios santiagueños que viven a pocas cuadras del lugar y todavía no cuentan con agua corriente de red ni sistema de cloacas en pleno siglo XXI.

Según se supo, la terminación final de este estadio demandó una inversión de 1.500 millones de pesos, del cual Lombardi cobró un porcentaje menor por ofrecer sus servicios profesionales.

Desde el punto de vista jurídico no existe ningún delito que por el momento se haya comprobado por parte de la Justicia santiagueña en cuanto al destino de los fondos públicos en esa provincia. Sin embargo, se reavivó el debate moral y ético, sobre la necesidad y conveniencia de tener que realizar semejante obra en tiempos en donde los hinchas ni siquiera pueden aprovecharla porque está prohibido el ingreso a los estadios, mientras que en Santiago del Estero hay otras necesidades aún mayores para la población en general que tienen directamente que ver con la calidad de vida, como el mencionado caso de la ausencia de cloacas.

La suspensión en Estudiantes

Esta no es la primeva vez que el arquitecto Enrique Lombardi quedó en el medio de la polémica por la construcción de un estadio. El Tribunal de Disciplina de Estudiantes lo condenó a seis meses de suspensión como socio del club en el año 2015, por incurrir en una falta al estatuto social permitiendo la contratación de la empresa Dobla Chap, firma de César Liberatore, quien compartió su gestión en el club entre el 2011 y el 2014.

En ese momento, se violó la letra chica del estatuto y se permitió la contratación y prestación de servicios de una empresa perteneciente a un dirigente, algo que el club
prohíbe buscado evitar los negocios personales entre directivos y la institución.