Gimnasia arrancó una semana clave para su futuro deportivo

"Vamos, vamos los pibes, vamos, vamos los pibes”. Lo que comenzó como un cántico de los hinchas para bancar un proceso repleto de juveniles, con el tiempo se convirtió en un grito de guerra para validar un ciclo que empezó a dar sus frutos. Como la novela que hace años fue récord en la pantalla chica de la televisión nacional, Gimnasia cosechó la siembra de apostar por jugadores de su cantera y realizó ventas por varios millones de dólares. Pero luego del famoso “semestre de transición” y con los regresos de futbolistas históricos, los socios del Lobo comenzaron a exigir más.

Tras la dura derrota sufrida como local ante Talleres, en el inicio de la Copa de la Liga 2023, el cuerpo técnico encabezado por Sebastián Romero se fue silbado de 60 y 118. Luego del día libre, los jugadores regresaron a Estancia Chica para dar vuelta la página y enfocarse en las próximas dos semanas: enfrentarse ni más ni menos que ante Colón e Independiente, dos rivales directos en la zona baja de los promedios.

El cuerpo técnico regresó a las prácticas con varios interrogantes, algunos de índole futbolístico por el flojo rendimiento colectivo y otros por cuestiones disciplinarias y físicas: la expulsión de Leonardo Morales y la molestia que sufrió el juvenil Nicolás Sánchez.

El capitán será una gran baja para el elenco albiazul, sobre todo considerando que Bruno Palazzo, su suplente, también vio la roja desde el banco de suplentes. Al volante central le van a realizar estudios, aunque sería baja para el duelo del próximo viernes en Santa Fe.

Si bien restan tres entrenamientos antes de viajar a territorio santafesino, la opción que analiza Chirola Romero es el ingreso de Nicolás Colazo en el lateral izquierdo para correr a Germán Guiffrey a la zaga central, mientras que en el centro del campo se perfilan Antonio Napolitano y Agustín Bolívar.

Cabe recordar que ante la salida de Ignacio Miramón, la comisión directiva inició negociaciones para repatriar a Agustín Cardozo (no sumó minutos en la derrota de Tigre frente a Sarmiento) . El club albiazul primero tuvo que saldar una deuda de la cesión anterior de “Pitín”, para luego realizar una oferta formal por un nuevo préstamo. Mientras los dirigentes del Lobo agotan las instancias por el volante del Matador, le confiaron a este medio que está trabajando en un plan B.

Matías Abaldo quiere darle una sonrisa al Lobo

Mientras la comisión directiva tripera intenta cerrar un volante central para reemplazar a Ignacio Miramón, hay un apellido que está al caer para reforzar al plantel comandado por Sebastián Romero. Se trata de Matías Abaldo, que con 19 años defiende los colores de Defensor Sporting y que fue parte del plantel Sub-20 de Uruguay que se consagró campeón en el mundial de la categoría disputado en nuestro país.

Tras un seguimiento de los scouting de la Secretaría Técnica, el club platense lo tiene en carpeta hace tiempo y en los últimos días se tomó la decisión de avanzar para lograr su llegada. Los primeros contactos fueron positivos y rápidamente se empezó a negociar el traspaso. Según la información a la que puedo acceder diario Hoy, el extremo por derecha llegará con un préstamo hasta diciembre de 2024, con cargo y opción de compra por el 50% del pase.

El joven Abaldo será el tercer refuerzo en este mercado de pases albiazul y desde su representación ven con buenos ojos la “vidriera” que puede significar Gimnasia y el fútbol argentino.

Edgardo Lasalvia, representante del atacante, contó sus sensaciones sobre el traspaso: “Defensor rechazó una oferta al contado de Portland Timbers. Nosotros tampoco estábamos muy convencidos de que sea el mercado para el jugador. Y hoy estamos empujando para que acepte el préstamo de Gimnasia con opción obligatoria del 50%. Creemos que la vidriera del fútbol argentino, campeón del mundo, puede hacer que no sólo él la rompa en Gimnasia y Gimnasia esté feliz, sino que él se valorice bastante más del valor que tiene hoy día”.