Luchadora de la igualdad

“Gimnasia me marcó para toda la vida”

La historia de Rosa Reinoso, jugadora de vóley del Club Volei Grau Castelló de España, país desde donde atendió el llamado de El Clásico para ratificar su amor por el Lobo, hablar de la discriminación que sufrió en la infancia y la lucha por la igualdad de género.

La excapitana de Las Lobas, de gran presente en el Volei Grau Castelló de España, decidió abrir caminos que van más allá de la cancha. Se trata de Rosa Reinoso, una joven empoderada y valiente, que habló en exclusiva con El Clásico de su amor por Gimnasia, la lucha cotidiana que lleva adelante con el colectivo Doble Camino y sus proyectos de cara a 2021.

Nacida en Paraná, Reinoso pasó por Atlético Neuquén, Atlético Echagüe, Boca y Villa Dora antes de su llegada a Las Lobas. Luego de una gran actuación en la Selección y en el equipo Albiazul, donde fue distinguida como capitana, en septiembre recibió el ofrecimiento para emigrar a España.

“El balance que hago en esta nueva ex­periencia es muy positivo, está sobrepasando mis expectativas en todo sentido. Estoy cumpliendo con el pedido del club, que confió en mí a la hora de contratarme. El equipo está primero en la zona y ya clasificamos a la Copa Princesa. La Superliga 2 de España es competitiva y el nivel es muy alto”, afirmó.

Desde el Viejo Continente, la punta-receptora de 24 años sigue el día a día del Lobo, lugar al que piensa volver en 2021: “Gimnasia me marcó para toda la vida. Pasó a ser mi hogar, me siento parte de la familia Tripera, en el club también conocí a mi novio. Quiero volver, terminar los estudios en la UNLP y regresar a esas noches en el poli. El Lobo fue un salto enorme en mi carrera y siempre estaré eternamente agradecida”, sentenció Reinoso con un tono de voz que delata su sonrisa al hablar.

A mediados del año pasado, Rosa redactó una carta abierta para gritarle al mundo su verdad y su dolor. Desde chica fue acostumbrada a dietas desagradables, en las que la receta era comer prácticamente nada para castigar a un cuerpo que, según su antigua mirada, no se asemejaba a los supuestos cánones sociales aceptables. Consultada sobre este escrito, la ex-Loba reflexionó al pasar: “ Quise dar un mensaje desde mi experiencia y las de mis compañeras en todos estos años. No pretendí señalar con el dedo a nadie pero sí poner sobre la mesa temas importantes y que quizás no se les da mucha trascendencia. Hablar es útil siempre que a una le sirva, la ayuda a sanar. Nadie está en la obligación de hacerlo si no lo siente. Yo lo sentí y hoy hablo y me animo a contar por lo que atravesé”.

Entre pregunta y respuesta con este multimedio, Rosa contó orgullosa que integra el colectivo Doble Camino, un espacio que le sirvió para poder compartir sus vivencias y conocer otras chicas con las cuales luchar por la igualdad de género en el deporte. Y así lo explicó: “Desde que iniciamos camino en el mundo deportivo, las mujeres somos condicionadas. Siempre tuvimos que luchar para ganarnos un espacio que en realidad nos corresponde. La lucha se vive día a día, lo positivo es que cada vez nos acercamos más a la igualdad de condiciones con los varones”.

La actual jugadora del Volei Grau Castelló sigue predicando con el ejemplo. Mientras disfruta de su gran presente en España y sueña con regresar al polideportivo de calle 4, sabe que tiene un partido difícil todos los días: luchar por derribar los mandatos sociales y también alcanzar la paridad de condiciones respecto a los varones. Un partido al que todavía le quedan varios sets, pero que jugándolo así, seguramente la tenga como victoriosa.

“Con el colectivo estamos buscando la verdadera profesionalización del vóley femenino. Doble Camino me sirvió para poder compartir mis vivencias con otras compañeras”, concluyó.

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