Impredecible

El fútbol es impredecible porque, como todos los deportes y la vida misma, está hecho de momentos. Esos pequeños instantes mentales, físicos y espirituales que pueden ayudar o cambiar, o contribuir. O también perjudicar si uno no lo puede o sabe manejar. Y encima, y para colmo de todo, se juega con los pies.

Decimos que se juega con los pies porque así pide el reglamento. Ahora, sí sabemos que de 90 minutos solamente un máximo de tres o cuatro minutos la pelota la tiene el jugador que más contacto tiene con la redonda.

Coherentemente debemos sostener que la resistencia está en la concentración mental. La enjundia nacida del alma constante y la energía física pasan a ser protagonistas principales del tiempo neto de juego.

Así fue, es y será. Al margen del talento individual y de la conexión como equipo, el fútbol es impredecible. Algo de todo esto se ve reflejado en el actual campeonato argentino, con bajo nivel por momentos y partidos feos y mal jugados por otros.

El fútbol es impredecible. Hoy es así, y tal vez, aunque lo dudo, en el tramo final del torneo pueda mejorar el nivel del juego y podamos ver otra realidad.