El mediocampista expresó sus sensaciones tras sus primeros partidos en Primera. Además, contó sus inicios como jugador y su amor por Estudiantes.
"Llegué al club cuando tenía 5 años de la mano de mis papás. Era muy inquieto, con ganas de jugar siempre y me trajeron al club con mis hermanos. Empecé en escuelita y no paré más”. Así sintetizó Bautista Kociubinski su historia con Estudiantes.
Su vida es roja y blanca. Además del fútbol, su educación está ligada a la institución, ya que pasó por el jardín, la primaria y la secundaria de nuestro colegio. Bautista es un producto 100% formado en City Bell.
“Todos me dejaron un montón de cosas”, dijo en referencia a los entrenadores en su paso por las Inferiores. En su crecimiento, fue pasando por varios puestos, aunque a él le gusta jugar de cinco. Su referencia era el Ruso Ascacíbar. “Lo miraba mucho cuando estaba en Primera”, confesó. Cuando estaba en Séptima División tuvo su primer contacto con la Primera. “Me avisó Hermes Desio, que era el coordinador de Juveniles, que me habían llamado a entrenar con la Primera. En ese momento no dimensioné lo que estaba viviendo. Fue muy lindo compartir entrenamiento con la Bruja y el plantel de ese momento. Fue una muy buena experiencia”, recordó.
Su currículum también cuenta que fue sparring de la Selección Mayor durante la Copa América de 2019. “De repente estaba entrenando con jugadores a los que veía de afuera. Fue un paso muy grande, en los dos casos, entrenar con mis ídolos”, afirmó.
Ese mismo año, Bautista gritó campeón siendo una pieza fundamental en el equipo de Quinta División. El título llegó tras derrotar 2-0 a Boca en la final. De ahí, llegó el salto a Reserva. “Es otro ritmo. Los partidos son más intensos y más físicos. Al principio me costó, pero cuando me adapté pude empezar a disfrutar más. En esos cambios, es necesario adaptarse”, explicó.
Cumpliendo sueños
Año tras año, pasando de una división a otra, Bautista fue sumando experiencia y apuntalando su sueño de llegar a Primera. Y ese día llegó en 2021: fue el viernes 24 de septiembre, en UNO.
“Toda mi vida había soñado con el debut en Primera. Fue una alegría enorme porque lo esperé desde chico, fue llegar al lugar que siempre quise. Me habían mandado a calentar, platense iba ganando y se había complicado todo. Entré en el final: tenía muchas ganas de entrar y jugar”, rememoró.
Fueron cerca de diez minutos los que estuvo en cancha ese día, tras haber reemplazado al Tuti Del Prete. Una semana más tarde, volvió a ingresar en el segundo tiempo. Esta vez fue en el empate 1-1 con Racing, ocupando el lugar de Matías Pellegrini y disputando la última media hora del juego en Avellaneda.