La bailarina que conquistó Sudamérica con su danza y belleza

Luisina Añon, campeona sudamericana en la disciplina Danza Jazz, competirá en el Mundial de Alemania representando a la ciudad y el país. Ayer visitó el diario Hoy y expresó su emoción de cara a este desafío

Cuando la pasión y el compromiso van de la mano, no hay barrera que obstruya el camino. Esto enmarca los logros conseguidos por Luisina Añon, bailarina platense de 23 años que creció en City Bell y viene de coronarse en Mendoza, donde alcanzó el título de campeona sudamericana en la disciplina Danza Jazz.

Luli, hija de Alejandra de Bonis y Daniel Añon, optó hace tres años por dejar la carrera de Biología para ir en busca de un sueño. “Mi mamá me quería matar (risas), pero no dudó en apoyarme”, comentó en el inicio de la charla. Es que Luisina retomó la danza en 2010 y, a partir de ese momento, descubrió su pasión.

En diciembre último, el esfuerzo se vio reflejado en el éxito: su gran actuación en la selectiva la catapultó a la final internacional FG celebrada en Mendoza, en donde fue la única representante nacional, logrando llevar la bandera albiceleste a lo más alto. 

Ahora los cañones están apuntados hacia Alemania. Luisina competirá en el Mundial de Danzas, a realizarse en junio, evento al que concurrirán 18.000 de los mejores exponentes de la disciplina a nivel internacional, representando a 42 países de todos los continentes. 

Emocionada y llena de anécdotas, Luli visitó la redacción del diario Hoy y expresó sus sensaciones por poder representar a nuestro país en la cita ecuménica.

—¿Cómo viviste el logro en Mendoza?

—Terminé muy emocionada. Una semana antes cambiaron la fecha del certamen, cuando yo ya tenía los pasajes comprados. No pude cambiarlos y llegué la misma noche de la competencia. Fui la última en pasar y no sabía cómo me iba a ir porque entré con un estado de nerviosismo importante. Por suerte lo hice bien y, cuando me dijeron que era la campeona, rompí en llanto. Fue lo mejor que me pasó en la vida.

—¿Cómo descubriste tu amor por la danza?

—Bailo desde chiquita, pero en su momento dejé por distintas circunstancias. En 2010 retomé y en 2011 empecé a competir. En 2012 viajamos a Brasil y salimos cuartos. Fue una experiencia inolvidable. Cuando estaba estudiando el tercer año de Biología, me quise dedicar de lleno a la danza: le dije a mi vieja y casi se infarta (risas).

—¿Cómo quedaste seleccionada para la final?

—Me presenté con mucho miedo. Por suerte me fue muy bien, clasifiqué con 90 puntos, y mi coreografía fue destacada. La selectiva involucró a todo el país, incluso a Chile y Brasil. Esto se lo debo a la ayuda de mis compañeros Mariana Barcia, Marcelo Blanco y Celeste Fernández. También a Verónica Pessacg, quien me entrenó, y a mi novio Nicolás Schueri, por acompañarme.

—¿Cómo te sentís de cara al Mundial?

—Estoy feliz. Me llena de orgullo poder representar a mi país y a mi ciudad. Es una responsabilidad, pero estoy preparándome para el momento. Pienso que fue demasiado bueno coronarme campeona en Mendoza, pero quiero seguir creciendo.

Noticias Relacionadas