La vuelta de Messi en una exhibición de la Scaloneta

El astro argentino volvió a sumar minutos con la Selección argentina en el triunfo ante Paraguay. Tuvo dos tiros en los palos y una ovación de todo el estadio Monumental.

La sinfonía de Beethoven. La Selección argentina fue una verdadera orquesta de buen fútbol. El triunfo contra Paraguay, aunque el marcador solo indica un 1-0 gracias a un golazo de Nicolás Otamendi en el arranque, fue una exhibición de fútbol: remató 15 veces al arco contra 4 del rival, que fue reducido a su mínima expresión, reflejado también en el 75% de la posesión.

Al ritmo de Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, dominó de principio a fin, marcó rápidamente la diferencia gracias a Nicolás Otamendi y hasta hizo temblar los postes del arco de Carlos Coronel. Pero lo hizo sin su director, Lionel Messi, quien no tardó en sacarse la pechera en el complemento y saltar al césped del Monumental.

Apenas inició la segunda mitad, con el marcador 1-0 en favor de la Scaloneta, Lionel Scaloni le susurró unas palabras al oído al N°10 y lo mandó a calentar a un costado del campo de juego. De inmediato, las tribunas explotaron y bajó la ovación"Messi, Messi…".

Si bien logró recuperarse de la dolencia en la cicatriz de una antigua lesión y se plantó en tres cuartos de cancha para asociarse con Enzo Fernández y Alexis Mac Allister, Messi pagó caro las ausencias en sus últimos compromisos con Inter Miami y se lo notó falto de ritmo, como si no estuviese al 100%.

De todos modos, al ser el mejor jugador del mundo, siempre tiene una en donde frota la lámpara: pasada la media hora, se hizo cargo de un tiro de esquina y casi convierte un gol olímpico. La pelota se fue cerrando con una comba venenosa y se estrelló en el poste derecho guaraní.

Antes de que bajara el telón en Núñez, el crack rosarino pisó el acelerador, probó una vez al arco con un zurdazo de media distancia -bien bloqueado por Paraguay- y dejó desparramado a un rival a orillas del área grande. También hubo tiempo para que se sacara chispas y protagonizara un tenso cruce con Antonio Sanabria: hubo un intercambio subido de tono y una reacción lamentable del delantero paraguayo, que lanzó un escupitajo al aire cuando Messi estaba de espaldas.

Esta noche se puso el overol de creativo, pero Messi lleva en su fútbol la esencia del goleador insaciable y estuvo muy cerca en tiempo de descuento de sacudir las redes. Desafortunadamente, su tiro libre reventó el palo derecho de Coronel y la historia terminó con un triunfo de la Selección que, más allá de haber sido mínimo, dejó muy conformes a todos los hinchas y al propio DT.

Noticias Relacionadas