El Granate se coronó campeón tras vencer por 5-4 en los penales a Atlético Mineiro, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos.
Lanús escribió una nueva página dorada en su historia al consagrarse campeón de la Copa Sudamericana tras vencer por 5-4 en los penales a Atlético Mineiro, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos y en la prórroga en el Estadio Defensores del Chaco. El héroe de la noche fue Nahuel Losada, quien tapó tres ejecuciones en la dramática definición y se transformó en la gran figura del título.
Con esta consagración, el Granate obtuvo además el pasaje directo a la Copa Libertadores 2026, un premio deportivo y económico de enorme valor para el club.
Un partido tenso, peleado y digno de una final
El encuentro fue tan cerrado como intenso. En la primera etapa, Atlético Mineiro logró imponerse en el control del juego y generó las situaciones más claras, aunque sin conseguir romper el cero. En el complemento, el trámite se volvió más friccionado y equilibrado: abundaron las disputas físicas, los dientes apretados y el nerviosismo típico de una final, mientras escaseaban los espacios para los jugadores más creativos como Marcelino Moreno o Bernard.
Ya en la prórroga, el cansancio se adueñó del encuentro y el dominio quedó repartido: un tiempo para cada uno, sin que ninguno lograra inclinar la balanza.
Una tanda eterna y un héroe inesperado
La historia definitiva se escribió desde los doce pasos. La definición fue eterna: 14 penales en total, emociones cambiando a cada instante y Lanús varias veces a las puertas del título. Allí emergió la figura de la noche: Nahuel Losada, quien contuvo tres remates y se ganó, sin discusión, un lugar en la memoria granate.
Con su última atajada, el arquero desató el grito contenido de un equipo que debió resistir más de dos horas de lucha, tensión y desgaste.
El desahogo y la emoción de un título histórico
Lanús sufrió, esperó y finalmente celebró. Las lágrimas de jugadores e hinchas reflejaron la magnitud del logro: el club conquistó su segundo título en la Copa Sudamericana, consolidando una nueva gesta internacional.
En una noche para el recuerdo, el Granate volvió a gritar campeón y recuperó un lugar de privilegio en el continente. Y en el centro de la escena, la imagen inolvidable: Losada, gigante, escribiendo su nombre en la historia.