Llueven versiones en torno a Diego García

El atacante uruguayo Diego García no se hizo presente ayer en el Country de City Bell, lugar en donde el equipo arrancó la semana de entrenamientos.

Si bien el jugador fue separado del plantel porque el club tomó nota de una denuncia por violación a una exjugadora de hockey, la defensa del uruguayo podría hacer valer el derecho de presunción de inocencia hasta tanto no haya un fallo judicial condenatorio, y reclamarle a Estudiantes que lo deje entrenar, siendo esta una actividad esencial para su trabajo como jugador profesional.

García es investigado y seguramente indagado por un aberrante hecho del cual fue acusado, pero mientras tanto tampoco podrá ingresar al predio Albirrojo ni siquiera para utilizar las instalaciones del gimnasio por decisión de la Comisión Directiva.

En boca cerrada no entran moscas…

Varios fueron los medios de comunicación que buscaron voces oficiales ante semejante acusación que no solamente involucra al jugador uruguayo, sino también al gobierno del club, comenzando por el secretario de Cultura y Educación Martín García Olivares, quien precisamente debe velar por la educación de todos los empleados o futbolistas, manteniendo las buenas normas y costumbres, tanto dentro de la institución como afuera de ella.

A él también le podría caber alguna responsabilidad institucional, ya que no es el primer episodio en el cual un jugador del Pincha tiene una conducta poco profesional en los últimos tres meses. Para el caso, vale el ejemplo de lo ocurrido con Fernando Tobio.

Asimismo, más allá de la investigación a cargo de la justicia penal, Estudiantes quedó expuesto a posibles sanciones por parte de las autoridades sanitarias, ya que independientemente del aberrante hecho que deberá ser investigado, se admitió que varios futbolistas del plantel habrían participado de una fiesta privada, en tiempos e donde por la pandemia está prohibido por decreto este tipo de eventos, ya sea a las tres de la tarde o durante la madrugada.