“Los más chicos debemos aportar lo mejor para Estudiantes”

Juan Bautista Cejas marcó su primer gol en el décimo partido con la camiseta albirroja. En diálogo con este medio, se mostró con confianza pero consciente de que esto “recién comienza”. “El equipo se merecía este triunfo”, confió alegre el oriundo del barrio San Carlos, quien comienza a dar que hablar

El fútbol está plagado de anécdotas que comprenden la diversidad de orígenes sociales que existen. La historia de Juan Bautista Cejas forma parte de aquellas que atraen para ser conocidas. Oriundo del barrio San Carlos, creció en la esquina de 34 y 137, donde se la pasaba jugando al fútbol. 

Claro que los tiempos cambiaron. “Tuta”, como se lo apoda, nació en 1998 y es parte de la nueva camada de futbolistas hipervinculados a través de las redes sociales. “Muchos no me conocen como jugador profesional en el barrio”, admitió, y reconoció que suele relacionarse por Instagram.

Tuvo recorrido juvenil por clubes de la Liga Amateur como San Martín de Tolosa y Alumni, donde conoció a Carlos Bottegal, quien lo llevó a Estudiantes en 2007 pero que años antes lo había descubierto en uno de los potreros del conjunto tolosano. 

Juan Bautista vive con la madre en San Carlos y ve a su novia cuando la profesión se lo permite. Luego de estremecerse en un grito sagrado tras el gol a Atlético Tucumán, se estrechó en un abrazo armonioso con sus compañeros, incluido uno “paternal” de Leandro Desábato. 

El joven, que el pasado 6 de marzo cumplió 19 años y que tuvo su paso por la Selección Sub-17 (además de entrenar con la Sub-20), compartió con este medio la alegría que le generó haber marcado por primera vez luego de diez partidos con la casaca del Pincha.

—¿Cómo te sentís luego de tu primer gol?

—Estoy muy contento, al igual que el grupo. Me tocó entrar en el segundo tiempo y hacer lo que me pidió el técnico, algo que creo haber cumplido. Tuve la suerte de convertir el gol que nos llevó a la victoria, ya que veníamos de una dura derrota con Tigre.

—¿Cómo analizaste el rendimiento del equipo?

—Era un partido difícil y lo sabíamos. En los primeros 45 minutos tuvimos la pelota nosotros; después perdimos la confianza y nos dormimos un poco. Entramos al campo en el segundo tiempo y sabíamos que teníamos que hacer un gol para ganar. Por suerte entró mi remate, más allá del rebote.

—¿El gol de ayer es un movimiento típico tuyo?

—Soy de pegarle de media distancia, pero no me imaginé que iba a entrar. Lo pensé en el entretiempo y soñaba con el gol, no sé si lo atraje (risas). Vi que el Tanque forcejeaba con la marca y supe que debía picar a la espalda, ya que el árbitro no cobraba las faltas a Mariano y ya había sucedido antes del gol. Por la ley de ventaja me la llevé y pude convertir.

—¿En qué pensaste cuando marcaste?

—El equipo se merecía este triunfo. Por eso pensé en ellos. Fui a festejar y vinieron todos a celebrar. Llegaron todos, los suplentes, hasta el Flaco Schunke se acercó, que estaba lejos en el fondo (risas).

—¿Surtió efecto ser más resolutos en ataque?

—La clave es finalizar más en tres cuartos de cancha y llegar más al arco. La oportunidad estuvo por el lado izquierdo. 

—El plantel está compuesto por varios juveniles, ¿cómo toman eso?

—Este es un grupo unido, en el que hay muchos chicos y competencia. El DT apuesta por nosotros. Hay que rendir al máximo. Los más chicos tenemos que aportar lo mejor para Estudiantes, seguir sumando para todo lo que se viene y trabajar para llegar bien a la Libertadores. Esto recién comienza: que estemos en Primera no quiere decir que debamos confiarnos. Este es el principio.

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