Vélez, Estudiantes y la historia de la amistad perdida…
El domingo los dos equipos se van a enfrentar por primera vez en una final de un campeonato organizado por la AFA. Todavía en muchas casas de La Plata hay camisetas de los dos clubes por la amistad que marcó una era en la década de 1990.
Por primera vez en la historia del profesionalismo, Estudiantes definirá un campeonato contra Vélez, institución con la que los hinchas supieron establecer una certera amistad en la década de 1990.
Corría el año 1992, en el medio de la debacle futbolística del Pincha, la rivalidad entre Vélez y Gimnasia se hizo un clásico, a partir de los festejos alocados del cabezón Roberto Trotta en partidos como los de la Liguilla pre-Libertadores, en donde el Lobo se quedaba en el camino.
Trotta, en su momento, encendió una rivalidad con el eterno rival de Estudiantes cuando ya estaba defendiendo la camiseta de Vélez, que luego se trasladó a las tribunas.
Mientras los meses pasaban, Estudiantes estaba cada vez más complicado con el descenso, Gimnasia se hacía fuerte en lo deportivo y se animaba a soñar con pelear alguna vez un campeonato.
La revancha de aquel desaire de Trotta llegó en un partido del Bosque, cuando los jugadores del Lobo fueron a buscar al exdefensor del Pincha y otro “cabezón” (Dopazo) le pegó una piña desde atrás cerca del túnel de la calle 60. Chilavert se encargó de contestar la agresión y cada vez que pudo vociferó en contra del Lobo.
Los hinchas del Pincha celebraban cada triunfo de Vélez contra Gimnasia como propio, y una vez que el Pincha descendió muchos llegaron a ir a la cancha del Lobo con la camiseta del equipo de Liniers para alentar a Vélez.
Todavía es el día de hoy que en muchas casas de fanáticos hinchas de Estudiantes están guardadas las camisetas de Vélez que los hinchas se intercambiaban cada vez que se cruzaban en las canchas. De hecho, muchos platenses se hicieron hinchas de Vélez después de la llegada de Bianchi que llegó a ser campeón del mundo en 1994, justo en el mismo año en el que había descendido el León.
En los años ’90 Vélez fue el tercer grande del fútbol argentino, superando ampliamente a Racing, Independiente o San Lorenzo.
Estudiantes y sus hinchas vivían otra realidad: los primeros 5 años de la última década del siglo XX el club luchó por no descender y vivió una agonía deportiva hasta perder la categoría. Después tuvo una luna de miel con dos años de las campañas del Profe Córdoba hasta 1997. Y luego otra vez a pelear el descenso.
Hoy todo cambió: ahora es Vélez el que cada dos por tres pega una buena campaña, pero que no le sobra nada para seguir en Primera. Es también Gimnasia el que pelea por no descender y es Estudiantes el que últimamente se acostumbró a pelear campeonatos.
Desde aquel arribo de Eduardo Luján Manera en el año 1992 como entrenador, Vélez adoptó una gran parte de la escuela de Zubeldía. Y después fue el propio Bianchi el que le dio una impronta propia al equipo que le dejó armado el exdefensor campeón del mundo con el Estudiantes multicampeón de los ’60.
El temperamento de Trotta, la siempre polémica personalidad de Chilavert cargando a los mellizos y el campeonato del Clausura 1996 que el Fortín ganó en la última fecha cuando Estudiantes le empató 1 a 1 a Gimnasia en 1 y 57 con la chance vigente de que el Lobo diera la vuelta olímpica por primera vez en su historia ante los fanáticos del Pincha hicieron estrechar lazos de una amistad que luego se perdió cuando en el año 2003 algunos hinchas de Vélez silbaron a Bilardo en el José Amalfitani.
Desde aquel entonces, hace 20 años que la relación entre los fanáticos de ambos clubes es de indiferencia. Pero los más memoriosos saben que alguna vez, Vélez y el Pincha fueron buenos “amigos”.