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GimnasiaLa leyenda de los Chicago Bulls criticó la política actual de la NBA que permite que las estrellas descansen por prevención. “Juegan tres horas al día, ¿qué hacen las otras 21?”, cuestionó el seis veces campeón.
30/10/2025 - 00:00hs
Michael Jordan no se mantiene ajeno a lo que ocurre en la NBA. El mítico número 23, seis veces campeón con los Chicago Bulls y una de las figuras más influyentes en la historia del básquet, volvió a dejar en claro su visión sobre el profesionalismo y el compromiso con el juego. En diálogo con la cadena NBC, Su Majestad expresó su desacuerdo con la práctica cada vez más extendida de los descansos programados que las franquicias aplican a sus principales figuras para evitar el desgaste durante la temporada regular.
“Juegan al básquet dos horas y media o tres horas al día, ¿verdad? Ese es tu trabajo. Por eso te pagan como jugador de la NBA. ¿Qué hacés las otras 21 horas?”, lanzó Jordan, marcando distancia con la mentalidad actual. “Para mí, ese es el momento en el que debés prepararte para tu próximo día de trabajo o tu próximo reto”, agregó, recordando su propia ética competitiva, aquella que lo llevó a forjar una carrera ejemplar y un legado inigualable.
En los últimos años, la práctica del load management (descanso planificado) generó tanta polémica que la liga decidió intervenir. Desde la temporada 2023-24, la NBA implementó la Player Participation Policy (PPP), una normativa que restringe las pausas injustificadas para jugadores estrella. La regla impide que los equipos sienten a jugadores sanos que hayan sido All-Star en los últimos tres años durante partidos televisados a nivel nacional o de la Copa NBA. Las sanciones económicas son severas: 100.000 dólares por la primera infracción, 250.000 por la segunda y más de un millón por cada reincidencia.
El propio comisionado Adam Silver justificó la medida al afirmar que busca “proteger a los aficionados” y garantizar la competitividad de la liga. Sin embargo, para Jordan, la cuestión va más allá de una normativa: es una cuestión de respeto y de orgullo. “Siempre sentí tres cosas: primero, que era un honor para los fanáticos que pagaban por verte. Segundo, mantenerme en forma. Y tercero, asegurar que nuestro ritmo como equipo siempre estuviera arriba”, explicó el exjugador.
“Si la gente viene a verte jugar, no quiero perderme esa oportunidad. Ahora bien, si físicamente no puedo hacerlo, no puedo hacerlo. Pero si estoy bien y simplemente no tengo ganas, eso ya es otra cosa completamente distinta”, remarcó Jordan, dejando clara su filosofía.
A sus 62 años, sigue siendo un símbolo del esfuerzo, la disciplina y la mentalidad competitiva que definieron una era. En tiempos donde el descanso programado divide opiniones, la voz de Michael Jordan vuelve a recordarle a la NBA el valor de jugar todos los días como si fuera el último partido.