Momentos que no se deben vivir nunca más

Siempre decimos o pedimos lo mismo, que la violencia no se repita en los estadios del fútbol argentino. Desgraciadamente, algunos no lo entienden.

La represión policial que se desarrolló en el estadio Juan Carmelo Zerillo, en el marco del encuentro que empezaron a disputar Gimnasia y Esgrima La Plata contra Boca Juniors, por el campeonato de la Liga Profesional de Fútbol, despertó momentos de terror. Un fanático, de 57 años, perdió la vida debido a un paro cardíaco, y también hubo alrededor de una decena de heridos, algunos en grave estado.

Que estas situaciones se vuelvan a vivir en un campo de juego, y en especial lo que representa para nuestra ciudad, que se dé en uno de los conjuntos más importantes de la región como el Lobo, siembra una sensación de luto total. Primero porque hubo un hombre que perdió la vida, y se vieron imágenes que parecían de una película, de barbarie, que pudo haber terminado con más víctimas entre los espectadores que en gran número quería acompañar al equipo de Néstor Gorosito en uno de los encuentros más especiales del campeonato.

Yendo al pasado, bastante cercano, se vivieron momentos de tensión en uno de los últimos clásicos platenses, precisamente el del empate 4 a 4 en diciembre del año pasado, con complicaciones en el acceso del Bosque entre las fuerzas de seguridad y algunos fanáticos.

Lo concreto es que el estadio no es el problema, ya que se han jugado muchos encuentros en 60 y 118, y en pocas oportunidades hubo situaciones para lamentar. Aunque sí, Gimnasia debería darle mayores comodidades a sus fanáticos, que han visto partidos de una manera increíble, que solo se entiende por el amor a una institución y sus colores.

La pelota manchada

Desgraciadamente en el pasado cercano en el fútbol argentino tenemos que lamentar distintos episodios muy tristes. El más reciente se vivió en la Primera C Metropolitana, con los graves incidentes en el clásico entre Luján y Leandro N. Alem, donde la barra visitante intentó ingresar al estadio y hubo al menos siete heridos de bala. Los fanáticos abrieron fuego contra hinchas del equipo rival en un suceso lamentable.

Además, hubo una muerte en Tucumán, cuando un hincha de San Martín fue asesinado de un tiro en la nuca, en el marco de una pelea entre dos facciones de la barra del Ciruja, en la previa del encuentro ante Belgrano de Córdoba.

Por último, cabe marcar que en nuestra región hubo un suceso que pudo terminar en una tragedia, en el encuentro de fase de grupos de la Copa Libertadores de América entre Estudiantes y Nacional de Montevideo. Allí, los hinchas del Bolso tiraron una bengala ­contra la tribuna de calle 57, sin herir a nadie de milagro.

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