NBA: los Spurs dieron la nota en Navidad

En la clásica jornada del Día de Navidad de la NBA, el equipo de San Antonio venció al último campeón.

El Clásico

26/12/2025 - 00:00hs

Los partidos del Día de Navidad se han convertido en una tradición ineludible dentro de la NBA. Cada temporada, la liga diseña una cartelera especial con algunos de los cruces más atractivos, transformando la jornada festiva en una cita obligada para los fanáticos del básquet en todo el mundo.

Uno de los encuentros más destacados del programa navideño fue el segundo turno de la jornada, donde Oklahoma City Thunder volvió a tropezar frente a San Antonio Spurs. En el Paycom Center, el vigente campeón cayó por 117-102 y sumó su tercera derrota de la temporada ante el conjunto texano en apenas dos semanas.

Los Spurs confirmaron su paternidad reciente sobre el Thunder, luego de haberlo eliminado en las semifinales de la Copa NBA en Las Vegas y de vencerlo también por 130-110 en la previa a Navidad. En esta ocasión, Victor Wembanyama aportó 19 puntos y 11 rebotes, mientras que De’Aaron Fox fue el máximo anotador del partido con 29 tantos.

En el equipo local, que tuvo una noche muy floja desde el perímetro con apenas un 25% de efectividad en triples, Shai Gilgeous-Alexander fue el más destacado con 22 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, aunque su rendimiento no alcanzó para evitar una nueva caída ante un rival que se le ha vuelto incómodo.

Un reconocimiento especial para Ginóbili

Un 25 de diciembre de 2014, Emanuel Ginóbili escribió una página histórica en la NBA al disputar su partido número 1.000 en la liga más competitiva del mundo. El hito llegó en plena Navidad y con una sola camiseta: la de San Antonio Spurs, la franquicia que lo vio crecer, brillar y convertirse en leyenda.

El escolta bahiense alcanzó esa cifra tras más de una década en la NBA, siempre defendiendo los colores de los Spurs, equipo con el que conquistó cuatro campeonatos (2003, 2005, 2007 y 2014) y fue protagonista de una de las dinastías más exitosas de la era moderna.

Más allá de los títulos y los números, Ginóbili dejó una huella imborrable por su estilo revolucionario, su creatividad dentro de la cancha y su capacidad para aparecer en los momentos decisivos. Aquel partido 1.000 no fue solo una marca estadística: simbolizó la consolidación de un argentino que cambió para siempre la historia del básquet mundial.

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