Solo Emiliano Martínez participó de los trabajos junto a los que no sumaron minutos ante Colombia. El resto de la delegación descansó en el hotel. Luego de la práctica, salió el vuelo chárter hacia la última parada.
08/07/2021 - 00:00hs
La Selección Argentina ya puso el foco en el mítico estadio Maracaná para definir la Copa América 2021 frente a Brasil, el gran anfitrión. Y también tiene su cronograma confirmado, ya que en la jornada de ayer parte de la delegación realizó el último entrenamiento en la ciudad de Brasilia y luego todos partieron rumbo a Río de Janeiro en vuelo chárter. Será la última parada en donde Lionel Messi intentará “dar el golpe”.
Los jugadores que se subieron al micro para participar de la práctica fueron Dibu Martínez y quienes el martes no sumaron minutos o tuvieron poca participación: Leandro Paredes, Franco Armani, Agustín Marchesín, Julián Álvarez, Nicolás Domínguez, Lisandro Martínez, Alejandro “Papu” Gómez, Cristian Romero (en duda por una distensión en la rodilla), Marcos Acuña y Sergio Agüero.
El entrenamiento (hoy y mañana serán los últimos) tuvo movimientos exhaustivos para que los futbolistas implicados sumen una carga interesante antes del viaje. El resto de los protagonistas, en tanto, se quedó descansando en el hotel, sobre todo Messi, quien arrastra algo de fatiga por jugar todos los partidos de la Copa América y un duro golpe en el tobillo que, por suerte, no revistió complicaciones de gravedad.
El foco de Lionel Scaloni estará puesto en el estado físico de los jugadores tras el enorme desgaste de los últimos encuentros. Además, probará otra vez con recuperar a Cuti Romero para el sábado. El defensor arrastra una distorsión en la rodilla y más allá de que fue exigido, no está al 100% de su condición física y no fue ni al banco de suplentes en la ciudad de Brasilia.
¿Cómo está el campo de juego del Maracaná?
A 72 horas de una nueva final de la Copa América que tendrá a la Selección Argentina enfrentando a Brasil, diario Hoy empezó a indagar en profundidad sobre el Maracaná, considerando que los estadios fueron foco de críticas por los terrenos de juego. Uno de los aspectos por los que será recordada esta edición va a ser el pésimo estado del césped en la mayoría de las canchas, aunque se espera que para la definición la historia sea otra.
El cambio repentino de país organizador hizo que muchas canchas no estuvieran a la altura de la competencia. Es por esto que la organización decidió realizar un trabajo contra reloj en la sede de la final.
A fines de junio, se vio una imagen que generó preocupación: la mitad del Maracaná sin pasto. Desde la Conmebol comunicaron que se trataba de una obra para reemplazar el césped viejo por uno “más denso y bien formado”, con el objetivo de alcanzar una “mejor calidad, coloración, densidad y altura” para la final.
Lucas Pedrosa, uno de los ingenieros agrónomos a cargo de los trabajos, aseguró: “Cuando terminen los trámites técnicos, el campo ya tendrá todos los niveles de jugabilidad dentro de los estándares exigidos por la FIFA. Un césped con buenas condiciones de juego, lo que significa tracción, humedad y compactación, y una buena coloración”.