El equipo de Martini necesita conseguir el triunfo luego de varias presentaciones sin sumar de a tres. Un presente complejo, aunque hay confianza para sacarlo adelante.
Villa San Carlos tiene una dura misión por delante. El equipo dirigido técnicamente por Leandro Martini deberá enfrentar a Cañuelas, en el marco de la séptima fecha del Torneo Apertura de la Primera B Metropolitana, donde arrastra unos números complicados. Por esa razón, los tres puntos son una obligación en un choque que se disputará muy lejos de Berisso.
La historia que comenzará a las 15.30 puede marcar un punto de inflexión en la vida del Celeste. Es que más allá de no haber realizado un gran mercado de pases debido a que no llegaron apellidos rutilantes, la Comisión Directiva logró sumar a un ídolo de la institución como es Martini, con pasado como director técnico en Gimnasia y Esgrima La Plata, junto a Mariano Messera.
Además de la llegada del héroe villero, se logró mantener gran parte del plantel profesional que estuvo a un paso del ascenso a la Primera Nacional, donde cayó en la final ante Defensores Unidos de Zárate en la cancha del Lobo.
Sin embargo, los pocos puntos sumados en este comienzo, donde solo se obtuvo una victoria en el primer partido frente a Fénix y luego un aluvión de igualdades, hacen que el ciclo se empiece a mirar con desconfianza. Esto se debe a que la intención de la institución es pelear en lo más alto, aunque lógicamente saben que es difícil volver a estar tan cerca de tocar el cielo con las manos nuevamente.
Más allá de la bronca del momento, cuerpo técnico y jugadores pretenden romper este maleficio y quedarse con las tres unidades, en una cancha difícil y ante un rival muy molesto.