Si jugaban otros 100 minutos, salían cero a cero

POR DANIEL “PROFE” CÓRDOBA

Ayer por la noche, en Curitiba todo era de primer mundo: las tribunas, el césped y la iluminación. Todo salvo los players. Del 44 Fernandinho al resto, hay un abismo de categoría a favor del excentrocampista del Manchester City en relación a los demás jugadores que había en cancha.

En la primera mitad, el local, dirigido por el experimentado Felipe Scolari, puso un esquema 4-4-2 pero sin muchas luces, realmente pocas. Flamengo, Vélez, Atlético Mineiro o Palmeiras tienen mucho más.

Por su parte, Estudiantes salió a la cancha con un esquema 5-4-1 megadefensivo y, ya sea por suerte o lo que sea, pareció esquivar a los brasileros. Terminó la primera etapa y se fueron al descanso sin ventajas. Y como si esto fuera poco, el juez no dio un penal a favor del local que todos cobrarían.

El Pincha, solo tuvo una bola quieta y Pablo Piatti fue de lo mejor. De mantener el desempeño que tuvo en la primera parte, podría darle un triunfo en la revancha en 1 y 57.

En el complemento jugado en Brasil, todo siguió igual, mediocre. Vi todos los partidos de los cuartos de final de esta Copa Libertadores y sin lugar a dudas, que este fue el peor.

En general, todo fue muy flojo: desde el juego, la intensidad e inclusive la dinámica. Por cambios y por las modificaciones de Felipão desde el banco de suplentes, el local mereció ganar. De todos modos, el VAR le dijo no a un penal cobrable y a un gol bien anulado, creo.

Al fin y al cabo, me queda la sensación de que podrían haber jugado otros 100 minutos y salían cero a cero. Con la gente y en su estadio, el equipo albirrojo de Zielinski puede pasar. Deberían clasificar.