Argentina cerró el año con una victoria ante Perú que lo llevó a sumar 10 puntos en la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas. En el largo camino al Mundial de Qatar, terminó el 2020 invicto y le sacó una clara ventaja a otros rivales.
18/11/2020 - 00:00hs
Después de muchos años, acaso seis o siete desde la época de Sabella, el equipo argentino mostró una identidad, una continuidad y un objetivo bien definido: correr, meter y ganar.
El equipo de Lionel Scaloni, a quien muchos criticaron pese al tercer puesto en la última Copa América, jugó ayer uno de los mejores partidos del ciclo, ganando con mucha contundencia ante Perú (el último subcampeón de América) en la siempre difícil Lima. Esa misma ciudad en la que hace 200 años San Martín llegó con su ejército para liberar al pueblo de la corona española, o en la que Lionel Messi es tan referente y símbolo del fútbol como el mismísimo Teófilo Cubillas o Pelé.
10 puntos porque ganó, gustó y cerró el año invicto. 10 puntos porque tiene al capitán contento y con sed de revancha. 10 puntos porque el recambio funciona, se consolida y da esperanza. 10 puntos porque tiene a un técnico osado que se animó a probar a un tal Nicolás González de lateral izquierdo o de volante y le dio resultado.
Y 10 puntos, al fin de cuentas, que reflejan las unidades sumadas en cuatro partidos de una Eliminatoria tan pareja como competitiva, con equipos ambiciosos que le pierden el respeto a cualquiera.
Argentina fue protagonista de principio a fin, pero se afianzó mucho más en la cancha a medida que fue ganando confianza con los goles.
Messi juega con visión periférica, se adelanta a los movimientos de sus compañeros y les marca el pase, aunque muchos todavía no lo entienden.
Lautaro Martínez desperdició la primera situación clara que tuvo el equipo abajo del arco, pero Nicolás González fue lapidario ante la primera oportunidad que se le presentó y abrió el marcador.
Argentina se puso arriba en el marcador y en la cancha. Presionó como si estuviera perdiendo aunque estaba ganando. Desde su capitán, el mejor mundo, hasta Lo Celso y Paredes, dos perros de presa que marcan, juegan y hacen jugar.
Sin ir más lejos, cuando a Messi lo encerraron, al equipo le aparecieron recursos y alternativas para lograr pases y asistencias en profundidad en los pies de Lo Celso o de Paredes, que dejó solo a Lautaro Martínez o al mismísimo Messi frente al arco.
Perú mostró muy poco de aquel que hace poco más de un año llegó a la final de la Copa América contra Brasil. Apenas algunas corridas de sus mediocampistas, insinuaciones de sus delanteros, pero también mucha previsibilidad y torpeza de sus defensores.
Así, Argentina amplió la diferencia y comenzó un repertorio de Messi con Lo Celso y González, sumado a Paredes y De Paul hasta que ingresó Di María en la parte final.
10 puntos, Selección. Hay motivos para ilusionarse y volver a pedir deseos en la Copa de fin de año.