El equipo de Scaloni no tuvo la mejor noche en Guayaquil y cayó derrotado. Sin Messi en cancha, a la Argentina le costó encontrarse con la pelota y llevar peligro al arco de Galíndez.
Y un día, llegaron a su fin las Eliminatorias Sudamericanas. El seleccionado argentino de fútbol cumplió con creces su gran objetivo de ratificar lo realizado en todo el proceso de Lionel Scaloni al frente. La Albiceleste, pese a la derrota en Guayaquil en la noche del martes, cerró su camino a la Copa del Mundo 2026 como líder con 38 unidades.
No fue la mejor presentación de la Scaloneta, pero no puede quitarle mérito a todo lo que fue este proceso, que tuvo en el medio la obtención de la Copa América, como también lo que vendrá previo al Mundial con la gran final ante España, que será sin lugar a dudas la gran medida de este grupo de futbolistas previo a la participación en Estados Unidos, México y Canadá.
Sin Lionel Messi, con la ausencia de Cristian Romero, también de Julián Álvarez y Thiago Almada, le costó encontrar soltura y fluidez en el juego a la Argentina, que enfrentó a un rival que afrontó un partido serio y lo jugó con mucha seriedad, ya que si alguien pretende ganarle a los mejores del mundo deben dar el 100%.
La expulsión de Nicolás Otamendi fue un condimento que complicó el desarrollo y el penal que cambió por gol Enner Valencia mucho más. En el complemento la tónica se modificó con la roja a Moisés Caicedo -compensación del árbitro Wilmar Roldán-, pero no tuvimos variantes respecto al marcador.
Fue una gran historia, con muchas alegrías y nueve puntos de ventaja, con 12 victorias, dos empates y cuatro derrotas, 31 goles a favor y tan solo 10 en contra, una gran cantidad de motivos para celebrar, y lógico, volverse a ilusionar, con un equipo que tiene hambre y buscará llevarnos nuevamente a la gloria.