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Una tarde épica en 1 y 57: el día que el Lobo rugió más fuerte que el León

Gimnasia escribió una de las páginas más inolvidables del clásico platense al vencer 4 a 2 a Estudiantes, en una tarde llena de emociones, polémicas y cambios inesperados. Fue la última victoria tripera en el estadio de su eterno rival.

El Clásico

17/10/2025 - 00:00hs

Unico, épico, inolvidable. Así fue aquel clásico en 1 y 57 donde Gimnasia y Esgrima La Plata dio el golpe menos esperado. En una tarde que pintaba rojiblanca, el Lobo revirtió un desarrollo adverso y terminó venciendo 4 a 2 a Estudiantes, en lo que hasta hoy sigue siendo su última victoria en el estadio de su histórico rival.

Aquella tarde del 20 de abril de 2003, el arranque fue todo del León, que dominó con autoridad los primeros quince minutos. Con un Ariel Zapata encendido, el Pincha se puso en ventaja con una volea perfecta. Solo las atajadas de Juan Carlos Olave evitaron una goleada temprana. Pero el Lobo reaccionó: un penal infantil de Angeleri a Enría le permitió a Sanguinetti empatar desde los doce pasos. Sin embargo, Estudiantes volvió a golpear con un gran centro de Carrusca que Maggiolo transformó en gol de palomita para el 2-1.

El complemento fue otro partido. Gimnasia salió decidido y, con garra y orgullo, dio vuelta la historia. Enría marcó un golazo al segundo palo para el 2 a 2 y, en la misma jugada, Krupoviesa fue expulsado por protestar. Poco después, la lesión de Roberto Pompei dejó al León sin conducción y el Lobo aprovechó: un zurdazo de Sanguinetti tras varios rebotes puso el 3 a 2 y encendió el delirio tripero.

Con el rival desbordado, llegó el golpe final. En un córner, el Pampa Sosa apareció a un metro del arco para sellar el 4 a 2 definitivo, ante la mirada impotente de la defensa pincha.

El partido terminó envuelto en tensión, con suspensión y bronca de un lado, euforia y lágrimas del otro. Fue un clásico con todos los condimentos, una victoria que el pueblo tripero guarda en la memoria como una hazaña: el día que el Lobo rugió más fuerte en la casa del León.

El recuerdo de Ramaciotti

Carlos Ramaciotti era el entrenador de Gimnasia, y tiempo atrás dialogó con este medio para hablar de ese clásico histórico. “Estábamos liquidados después de la eliminación de la Copa Libertadores. Yo banqué a mis jugadores y ellos me bancaron a mí, por eso nos debíamos una alegría así”, admitió.

Además, un histórico como el Topo Sanguinetti también recordó: “Para mí ese clásico fue muy especial porque yo ya había decidido dejar el fútbol, creo que con el paso del tiempo terminó siendo más importante por cómo sucedió todo. Al ser mi último clásico, mi hijo pudo estar en la cancha ese día y nunca había ido a ver un partido contra Estudiantes, me tocó convertir dos goles que para un jugador de mi posición no era algo muy habitual”.

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