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gimnasiaDe los “máximos” bajan los linajudos fondistas Treasure Island, Sono Perfetto, Cuan Chef, Sofware y Endor Rye para copar la mayor atracción del Gran Premio “Dardo Rocha (G I- 2.400 mts.). El espectáculo lo darán 20 ilusiones en busca de la gloria.
15/11/2025 - 00:00hs
Por GUILLERMO “GUILO” GALLO
El Gran Premio Dardo Rocha no es un clásico más. Es la carrera “soñada”, la más esperada del año. La que convulsiona a todo el Barrio Hipódromo. Es la carrera que desde el patrón hasta el peoncito, pasando por el cuidador y el jockey sueñan con ganar. Es para el burrero, como un Estudiantes-Gimnasia al hincha de fútbol. Son 2.400 metros desde el pique a la raya o traducido en tiempo: un poquito más de 2m.30s. que se corren con el corazón a “mil” y que a tan solo uno lo espera la gloria. El “Rocha” –así, a secas- se vive de una manera especial, con la pasión tan folklórica del turf, inexplicable para el que no conoce el “paño”. Es el día en que el “Teatro del Turf del Barrio Hipódromo” abre sus puertas para recibir a los platenses que colmarán las añejas tribunas como nunca en el año. Donde el burrero de ley, ese que mantiene encendido el fuego sagrado durante los 12 meses - así llueva o truene o el sol raje la tierra- se molesta porque ve invadida su quintita de asistencia perfecta por esos visitantes de ocasión: neófitos, profanos o simplemente debutantes en estas lides “pasticheras”. Y es el momento en que el viejo “catequista” se pregunta: ¿Qué sabrán estos giles de un final “tête a tête”, de taco y lonja?. ¿Qué sabrán de esta pasión sin explicación lógica?. Cómo decirles de esa sensación de quedar sin respiración, del aire que se entrecorta y del corazón saliendo del pecho que se siente con el mismo grito de: ¡Largaron!, que explota y cruza todo el Bosque - como un alarido- colmado de anhelos.
Ese es el Rocha, son dos minutos y medio y algunas “moneditas” donde cada uno se adueña del caballo que apostó y más allá del sport ansía verlo ganador para explotar en un grito de satisfacción, muy suyo: “¡Ganó…el mío!”
Esta edición 2025, como nunca, contará con 20 ilusiones en sus gateras ubicadas allá en el fondo de la recta principal; que cuando pasen por primera vez frente a las tribunas vendrán lanzados a toda velocidad, con sus chaquetillas multicolores al viento en un verdadero carnaval poli cromático, jugando en la arena con miles de ilusiones. Porque en esto vamos a estar todos de acuerdo –entendidos y neófitos- que no hay animal más plástico y elegante para correr que un caballo lanzado en velocidad con ese sordo estruendo que para el burrero suena como una música celestial que son los cascos repiqueteando contra la arena en su andar galopador.
Y en tren de analizar la gran carrera, del lote se destaca con perfil superlativo la “embajada porteña” compuesta por los destacados fondistas Treasure Island (último ganador), Sono Perfetto, Cuan Chef, Sofware y Edor Rye, entre otros.