Vigilia maradoniana en 4 y 59

Cientos de hinchas e integrantes de “La 22” pasaron la noche en la puerta de Ipensa, esperando noticias positivas por el Diez.

De a poco fueron llegando. Algunos del centro, otros de Los Hornos, y otros tantos de Berisso. Desde todos los puntos de la región, hinchas de Gimnasia se juntaron para pasar la noche en calle 4 y 59, en un barrio que se vio completamente convulsionado por la noticia, la presencia de los medios y la expectativa de los hinchas.

Allí, a 100 metros de la comisaría Novena, los hinchas de Gimnasia organizaron una vigilia, llevaron banderas y recordaron anécdotas y momentos de la vida de Maradona, que una vez más fue más argentino y platense que nunca.

De Berisso y maradoniano

Con dos pequeñas criaturas en brazos, Matías llegó a la clínica sin importar otra cosa. Vino en el colectivo por la avenida 60, como cuando iba a la cancha a ver al equipo, pero ahora a tirar buenas energías para el 10.

“Nos cortaron las piernas, pero vinimos a alentar a Diego”, expresó este fanático del Lobo, golpeado por la noticia.
Ante la pregunta de El Clásico sobre qué significa Maradona para los futboleros, la respuesta no tardó en llegar: “Diego es el gol a los ingleses, es el gol con la mano… es todo”, dijo.
Matías llegó a la clínica con su hija Tiziana, que aprendió de Diego por su papá, a quien acompañó durante toda la noche de ayer con los colores azul y blanco en la calle.

De Los Hornos y maradoniano

Fabián Caporale no dudó en reconocer que es uno de los más antiguos formadores de la famosa “22”, como se bautizó a la hinchada de Gimnasia por parte de Marcelo Amuchástegui en la década de 1980.

“Viajé con Gimnasia a todos lados. Me faltó ir a Japón solamente. Para mí Maradona es el mejor jugador del mundo y queremos darle toda la fuerza”, dijo este hincha de porte gigante y corazón blando, con ojos vidriosos por la emoción.
“Quiero que se recupere. Me enteré cuando volví de trabajar y no dudé en venir acá”, expresó Fabián, quien llegó de la mano con su hijo Fabio Caporale, otro fanático del conjunto Albiazul.

Del centro y maradoniano

Mauro Zárate vive en el centro. Sus jóvenes 30 años le permitieron ver los últimos años de la carrera del 10.
Anoche se enteró de la noticia y no dudó en acercarse a la clínica en donde el entrenador Tripero permaneció internado. Y allí también dialogó con el diario Hoy.

“Había salido temprano de casa con la camiseta y cuando me enteré de lo que había pasado decidí venir. Maradona representa mucho más que un jugador de fútbol. Es el símbolo del número 10. Toda la sociedad lo sabe”, expresó este fanático, que fue uno de los primeros en llegar a la puerta de Ipensa.

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