El cine documental se lució en Mar del Plata

Historias sobre Alfred Hitchcock, la minería ilegal en Surinam, las raíces del rock en las tribus norteamericanas y una señora que cumplió el sueño de tener un castillo brillaron en el festival

Por Ulises Rodríguez

(Especial desde Mar del Plata)

Netflix puso nuevamente de moda los documentales y eso es una buena noticia. La gran cantidad de títulos y temas a los que el público puede acceder en la plataforma de streaming  hicieron renacer este género y en el 32º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata las salas llenas son una evidencia del gran momento que vive. 

Por el premio mayor

Good luck es un documental del norteamericano Ben Russell y una de las 14 películas que compiten por el premio mayor. Registra el sacrificio y la alienación cotidiana de los trabajadores de dos minas: una ubicada en Serbia, 400 metros por debajo del suelo y administrada por el Estado, y otra que opera a cielo abierto en Surinam, de manera ilegal. 

Consultado por esta experiencia, Russell, presente en el Festival de Mar del Plata, contó: “Durante los últimos 20 años de mi vida he trabajado entre Los Ángeles y Surinam, con los descendientes de los antiguos esclavos en la época de la colonia. Lo que hice fue estar cerca de personas que trabajan bajo circunstancias terribles, que para ellos son normales. Pero la intención no fue hacer un filme sobre trabajo, sino sobre estos hombres que trabajan. No se puede hacer un filme sobre mineros sin mostrar lo que hacen”. 

“En el prólogo de la película hay un texto que habla tanto sobre la influencia de drogas psicodélicas como sobre las condiciones laborales en este mundo liberal. Creo que el cine es como una alucinación colectiva y eso es lo que quiero que sientan cuando vean el filme”, cerró Russell, que logró una hipnótica comprensión del hecho.

Tres joyitas fuera de competencia

El actor español Gustavo Salmerón dirigió durante 14 años un documental sobre “Julita”, su madre. Es la historia de una mujer que soñaba con tener muchos hijos, un mono y un castillo, y cómo lo logró. En las palabras de Pablo Conde, programador del festival, “es imposible no enamorarse de Julita. Imposible no reír a carcajadas con ella. Una pequeña gran película.”

Por otra parte, el documental 78/52, de Alexandre O. Philippe, se centra en la realización de Psicosis, de Alfred Hitchcock, la película que cambió el séptimo arte para siempre. Para ponerlo en contexto, nunca hasta el estreno del filme, en 1959, se habían roto tantas convenciones cinematográficas, comenzando con la escena del asesinato en la ducha, que tardó una semana en rodarse. En este sentido, la película de Philippe cuenta con intervenciones de la hija de la protagonista, Jamie Lee Curtis, el músico Danny Elfman, Martin Scorsese y muchos más, para explicar cómo hizo Hitchcock para reinventar el cine.

Finalmente, el documental Rumble, the indians who rocked the world, de los realizadores Catherine Bainbridge y Alfonso Maiorana, toma su título del tema Rumble, un instrumental que el músico Link Wray  grabó en 1958 y se convirtió en una leyenda, ya que fue prohibido en Estados Unidos. Esa canción suena de fondo en el filme Pulp fiction, mientras Uma Thurman cena en un restaurante con John Travolta. Entre los ancestros del compositor Wray había nativos americanos, y lo que los directores de esta cinta buscaron fue demostrar cómo el blues, el jazz y el rock  fueron influenciados por las comunidades aborígenes. Mildred Bailey, Jimi Hendrix y Robbie Robertson  son solo algunos de los nombres que figuran dentro de ese antiguo legado estadounidense. Una verdadera gema.