El rayo, entre la topetitud, la inversión y la innovación

Bajo la producción de Mario Pergolini y Diego Guebel, en la década del 90 nacía un programa que quebraría las estructuras acartonadas de la TV argentina hasta ese momento. También daría lugar a las nuevas formas que requerían una presencia femenina en la conducción, grandes inversiones para hacer exteriores, recitales y viajar a los destinos más recónditos. Se apuntaba a la topetitud, es decir, a aquello que tenía la cualidad de top (lo más elevado) en su ámbito.

Este show fue bautizado con un título poco común: El rayo. Se trataba de un magazine que comenzó a transmitirse en 1995 por la pantalla chica de nuestro país primero en el histórico Canal 2, hoy América; más tarde en El Trece y finalmente en Telefe.

La figura que condujo el primer tramo de la entrega fue una joven modelo y actual gastronómica: Deborah de Corral, que se puso la camiseta por un año. Luego la supliría Dolores Barreiro y con el cambio de siglo sería el turno de María Vázquez. Todas ellas, grandes estrellas de las pasarelas, eran representadas por Pancho Dotto y protagonizaban los desfiles comerciales imperantes en la década menemista. Vale mencionar que la cronista era una modelo que por entonces daba sus primeros pasos en el ambiente artístico pero hoy es una figura consolidada: Pampita.

La composición del show fue pensado para quebrar con los paradigmas de los magazines tradicionales, ortodoxos y eliminar la quietud de una TV clásica. De esta manera, como lo indica su identidad, los contenidos temáticos e imágenes pasaban a la velocidad de un rayo.

En la primera etapa, una rebelde Deborah cumplió a la perfección con la consigna. Sin embargo, al año sus planes eran otros, así que cedió su espacio a Dolores que condujo la etapa más extensa siendo considerada una gran reportera gracias su humor naif, la inocencia de sus discursos y a sus entrevistas a Charly García y Diego Armando Maradona, respectivamente.
La salida de Barreiro por su proyecto de familia y maternidad dejó al frente del ciclo a otra figura de las pasarelas: María Vázquez. Y con ella la tercera fue la vencida porque estuvo hasta el final del ciclo que llegó en el año 2001.

Durante sus mejores ediciones, en una televisión que se despedía de los lujos noventosos, del dólar a un peso y la pizza con champagne, El Rayo impuso la agenda de los eventos más selectos, una estética desprolija y los paradigmas culturales en sus contenidos. Es decir, el ciclo ideado por Pergolini y Guebel, que estuvo al aire durante seis años, sentó las bases para las producciones informales que nacerían al comienzo de la nueva era. Vale mencionar que debido al éxito que tuvo este formato, la idea se vendió a España e Italia.