Entrevista exclusiva

“Vamos a pasar del llanto al pogo. Como en la vida, va a ser un trampolín”

En diálogo con diario Hoy, Patricia Sosa habló de cómo vive la cuarentena, también de su paso por Masterchef Celebrity y del show Mi templo, mi casa 2, que presentará vía streaming el sábado 21 de noviembre a las 21.30.

Dueña de una voz potente y un espíritu sensible, con sus canciones Patricia Sosa tiene el poder de hacer emocionar hasta las lágrimas o llevarnos a rockear con ella. Por eso, en un año donde prima el distanciamiento, ella se anima al segundo streaming de la mano de su otra familia, los músicos de su banda.
De esta manera, abraza con su música a la audiencia que se haga presente en Mi templo, mi casa 2, que se llevará a cabo el sábado 21 de noviembre a las 21.30.

—¿Cómo te preparás para este segundo streaming?
—Estoy entusiasmadísima, primero porque el streaming es la única oportunidad que tenemos los músicos para tocar; segundo, porque en mi caso lo hago en El Templo, que es mi centro cultural, y el lugar es tan grande que me permite compartirlo con todo mi staff de músicos y técnicos. Son veinte personas que hace tiempo que no laburan y que recobran la dignidad, el trabajo y la alegría de volver a encontrarnos. Entonces estamos todos felices como si nos fuéramos de viaje de egresados (risas).

—Bien dijiste que es la forma que tienen en este contexto, ¿sentís que esto llegó para quedarse o que es solo para pasar el momento?
—Lo que pasa es que el momento va a ser extenso, entonces esto llega para quedarse un rato bastante largo. No sé qué sucederá en un futuro, pero sé que es una manera de llegar a otros lugares y creo que lo vamos a adoptar como una forma más. Ojalá se puedan hacer shows presenciales. En mí caso, no me gustan los streaming donde se muestra una parafernalia como si fuera un gran estadio, me parece que en esta época todos estamos tan sensibles y solos que necesitamos comunicación afectiva y yo lo voy a encarar por ese lado. Si bien voy a presentar algo hermoso en cuanto a lo visual, estético y sonido, porque hay expertos manejando todo, necesito hablar con la gente. Si no te puedo abrazar con mis brazos, lo hago con mi voz, ese es el lema.

—¿Eso se va a manifestar en el repertorio?
—Exacto, elijo un repertorio que sea cercano y que te traiga una emoción para que puedas divertirte conmigo, soñar con algún paisaje que nunca visitaste o que traiga un recuerdo, es decir, cada canción tiene un por qué. Y además, le pedí al público que me dijera qué canciones quiere escuchar de esas que me olvido de cantar.

—Está buenísimo porque el público participa del armado…
—Sí, a mí me gusta así, me gusta compartir, me gustan los artistas alcanzables porque algunos tenemos una misión y otros otra. Si bien los médicos están al frente de esta batalla, y me saco el sombrero, los artistas somos la retaguardia, estamos atrás sosteniendo almas.

—¿Podés adelantarnos algo de los temas?
—No van a faltar Aprender a volar, Luz de mi vida, Endúlzame los oídos, El mar más grande que hay... pero me pidieron Escríbeme que dice "escríbime cuando el viento cante entre los árboles", la gente está necesitada de una palabra pidiendo ayuda. También me piden rock, temas de La Torre, así que voy a meter dos o tres de esos. Va a estar re lindo. Vamos a pasar del llanto al pogo. Como en la vida, va a ser un trampolín.

—A vos la primera parte de la cuarentena te encontró en Córdoba, después viniste a Capital a hacer Masterchef Celebrity y ahora estás con el tema del streaming, ¿cómo manejás esos vaivenes?
—Soy meditadora hace muchísimos años. En esta época tuve que trabajar en la aceptación para poder adaptarme a todas las circunstancias y siempre trato de ver el vaso medio lleno. Me encantó estar en Córdoba, ahí me bajó como una musa creativa y compuse 20 temas, después vine a Buenos Aires por Masterchef y fue genial porque salí del cotidiano, me encontré con un montón de compañeros y aprendí muchísimo; y ahora lo del streaming me llena el corazón, porque es música y es reencontrarme con mi banda que es como mi segunda familia.

—Compusiste 20 temas, imagino que eso se traducirá en un próximo material discográfico…
—Voy a seguir acumulando material y después del streaming y de que Oscar termine el Cantando me quiero ir a Córdoba porque necesito meterme en esa energía de meditación y profundidad de sentimientos como para poder arrancar un 2021 creativo. Sé que va a ser muy difícil pero voy a arrancar grabando un disco; y eso es dejar un documento, es decir, ‘por aquí pasé’. Y ese documento está lleno de canciones que compuse en cuarentena.

—¿Ese material tiene vestigios del distanciamiento, la soledad y la introspección?
—No, al principio compuse unas cosas que no me gustaba ni a mí leerlas porque me daba pena, tristeza, y no quiero eso. Quiero transmitir otra cosa, como que todos juntos podemos salir adelante. Y compuse un tema que se llama Algo bueno llegará y tenemos que hacer hincapié en la esperanza y en la fe. Yo soy muy espiritual y tenemos que hacer hincapié en que nuestros guías siempre van a querer cosas buenas para nosotros.

Una mirada reflexiva sobre el presente

Es sabido que Patricia es una persona espiritual, reflexiva y que medita, por eso quisimos conocer su opinión sobre este contexto. “Creo que es un reseteo planetario, que sirve para ver en qué lugar uno encaja dentro de esta pandemia y aparte para que la gente se reinvente y vea de qué manera puede hacer que esta tierra sea un poco mejor y que nosotros podamos adaptarnos a un nuevo sistema”, comenzó diciendo. Y luego cerró concluyente: “Creo que la gente no va a salir mejor de esta pandemia, se van a caer todas las caretas y acá nos vamos a dar cuenta quién piensa en el otro, porque ahora empieza a reinar la responsabilidad individual y ahí es cuando uno tiene que hacer las cosas por uno pero también por el otro”. 

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