Ganadora en la Semana de la
Crítica del Festival de Cannes, la ópera
prima propone un viaje sin escalas hacia lo profundo de una comunidad de jóvenes.
Tras triunfar en los festivales de Cannes, Munich y Santiago, y presentarse en San Sebastián, llega hoy a los cines Simón de la Montaña, ópera prima de Federico Luis, protagonizada por Lorenzo Ferro. Con ellos hablamos para conocer detalles de la película y su estreno en el país.
—Cuéntenme un poco ¿cómo se sienten de finalmente poder mostrar a película en el país?
—Federico Luis: Es bien especial porque, por un lado, por el contexto del país ahora en relación al cine, sentir como que aportar un granito de arena a la idea de defender la cultura argentina, se siente como algo importante, como que muchas veces uno hace cine jugando y de repente se da cuenta de que también tiene una dimensión que no es un juego. Y, por otro lado, haberla mostrado como en un montón de otros lugares, primero que en la Argentina, por un lado, tiene la sensación extraña y linda de tirarse al vacío y ver qué piensa una persona o cómo la reciben en lugares que son muy distintos al lugar donde eso fue creado. Pero realmente estaba esperando mucho poder finalmente mostrarla acá y compartir esto que hicimos con las personas que más las queremos compartir.
—Lorenzo Ferro: Creo que cuando uno hace una película no se imagina presentándola en otros países. El único lugar que se imagina desde cero es presentándola en Argentina con la madre, con el padre, con la abuela en la sala. Y ese momento tan imaginado está llegando y eso da nervios.
—¿Sentís presión? Hay mucha expectativa en la segunda película de Lorenzo…
—LF: Ah, no, esa presión no la siento. Yo sí siento que quiero que le guste a la gente que quiero. Uno siempre busca aceptación aunque diga que no. Y está llegando ese momento que es un nervio, que es una bendición sentir esos nervios. Uno por ahí tiene que esperar cinco, cuatro, tres años para sentir esta clase de nervios. Así que ahora estoy tratando de disfrutar esos nervios que es mostrar la película en la que uno trabajó a las personas que uno quiere.
—¿Cómo surge el proyecto?
—FL: El proyecto fue surgiendo. En general uno tiene que tratar de encontrar un momento en particular para contar como sintéticamente y a mí se me complica bastante porque fueron realmente varios años y varios momentos distintos en los que fue surgiendo.
—¿Cómo fue encontrar a Simón para la propuesta y cómo fue trabajarlo?
—LF: Fue realmente difícil actuar de una persona que actúa a la hipersensibilidad. Lo primero que hicimos fue ver una escena de Meantime, una película de Mike Leigh donde actúa Tim Roth. Actúa de una persona hipersensible o con una diversidad física distinta y tratamos de imitar esa escena, pero poco a poco en esos ensayos empezamos a irnos muy lejos y a medida que pasaban los ensayos íbamos ganando conocimiento sobre qué era irse lejos entonces cómo bajar un poco, pero fue como ensayar un show seis meses, un buen show con otras personas, había muchos músicos, había alguien que tocaba el piano, yo tenía que ser por ahí un músico más.