Graciela Alfano: señora de las siete décadas

Graciela Inés Alfano Casanova nació en Buenos Aires hace setenta años. Y en todos esos años hizo de todo en el mundo del espectáculo: tapa de las revistas Caras, Gente y Siete días, entre otras, actriz en un sinfín de películas, vedette, modelo, panelista. Hoy día está alejada de los medios pero tan solo decir su nombre modifica el ambiente.

Antes de ser la reconocida figura que es, ella siempre recuerda la infancia no del todo feliz que pasó. A poco de nacer, su padre se mudó a la provincia de Chaco por lo que pasaba largo tiempo sin verlo. “Al residir en Resistencia, mi papá ya había desarrollado un vínculo con otra mujer. Y mi madre también se había puesto de novia con otra persona. Pero ella tenía una cosa manipulativa muy fuerte y quedó embarazada de mí. Yo fui un instrumento para la manipulación y el uso de esa relación, que ya había terminado cuando yo nací”, contó en una entrevista de hace años. Además de ello, ya de grande, llegó a denunciar abusos por parte de un vecino que quedaba a su cuidado cuando su mamá Lilly se ausentaba. Su padre apareció muerto cuando ella tenía siete años, aunque siempre tuvieron dudas respecto a que se tratara de un asesinato.

Fue hacia mediados de los ‘70 que empezó a ganar notoriedad como modelo. Se consagró en Miss Argentina y Miss Belleza Panamericana en 1972. En aquellos años comenzó a ganar las tapas de esas revistas ya citadas como Caras y Gente. Antes había tenido su paso por la Universidad de Buenos Aires (UBA) como estudiante de Ingeniería civil. Luego de aquellas tapas donde estampaba su escultórica figura empezó su vínculo con el cine.

En el séptimo arte amontona más de veinte películas. Debutó en La gran aventura (1974, de Emilio Vieyra) junto a los actores Víctor Bó y Ricardo Bauleo. Vale recordar su participación en un clásico inoxidable del cine argentino: La nona. En aquel hermoso filme dirigido por Héctor Olivera Graciela se puso en la piel de “Martita” Spadone. También llegó a compartir elenco con figuras cómicas de aquellos años. Por ejemplo, Jorge Porcel o Alberto Olmedo y Tato Bores en la comedia Departamento compartido (1980, Hugo Sofovich).

A los diecinueve años contrajo matrimonio con Andrés Ruszkowski. Su primer hijo, Nicolás, es fruto de esta relación. En el plano sentimental tuvo varias recordadas parejas. Tras separarse de Ruskowski se la vinculó con Luis Brandoni pero empezó una relación con el futbolista Mario Stein. Ya en 1980 comenzó un romance con Enrique Cappozollo. Terminarían casándose en México, porque por esos años en la Argentina no existía una ley de divorcio. Con él tuvo a sus otros dos hijos: Gonzalo y Francisco.

Siguió incursionando en la televisión y llegó a conducir el programa El periscopio y debutó en teatro en la obra Espía por amor junto a Claudio García Satur. Alfano tuvo un largo recorrido en televisión. Empezó con Mi amigo Andrés (1973) y durante sus últimos años fue una figura recurrente en las diferentes ediciones de Bailando por un sueño. Allí, junto a otras figuras de la farándula, supo dar rienda suelta a su belleza y a sus ocurrentes escenas. Hacia finales de los ‘90 conoció al que fue su último gran amor: Matías Alé. Ella le llevaba varios años de edad pero juntos fueron una de las parejas mediáticas más famosas de aquellos años.

La relación llegó a su fin en 2008 y ella tuvo una larga crisis para poder superar el momento. Durante su vida se la vinculó amorosamente con algunas otras personalidades: Maradona, Menem, Mauricio Macri y el dictador Emilio Massera.

Hoy día vive cerca de la costa bonaerense, alrededor de Claromecó, desde donde suele compartir imágenes de la playa y demás, ya un tanto alejada de los flashes y la pantalla. Y fue desde allí que el día de su cumpleaños y a través de sus redes sociales se mostró espléndida junto a un mensaje en ese tono: “¡Feliz cumple a mí! No se olviden de pedir deseos y soplar los velones. Mil gracias por toda la buena energía y bendiciones. ¡Los ️amo mucho!”.