“Se alquila es una comedia que no da respiro”
En diálogo con diario Hoy, Diego Mesaglio hizo un repaso por su carrera y contó cómo se prepara para hacer vía streaming una obra que ya fue un éxito con localidades agotadas.
ENTREVISTA EXCLUSIVAEl integrante de Sultasto, Pablo Raffo, reveló los detalles de la novedosa propuesta que transita desde la música clásica hasta hits del rock nacional.
15/10/2020 - 00:00hs
El proyecto musical Sultasto se fundó entre cuatro amigos: Ignacio Bartet, Nicolás Fridman, Catriel Galván y Pablo Raffo. Trascendieron la interpretación de la música clásica con sus instrumentos de cuerda y fueron en la búsqueda de otros géneros. De esta manera, lograron versiones que incluyen desde Beethoven hasta Los redonditos de ricota.
En diálogo con diario Hoy, Raffo presentó la historia de la banda y habló sobre el show digital que darán este domingo, a las 20, en el Teatro Astros.
—¿Cómo surge esta novedosa propuesta?
—Nos conocimos estudiando en el conservatorio. Empezamos a tocar hace casi 15 años. Siempre nos gustó darle una vuelta de rosca extra y generar una propuesta original
—¿Por qué recomendarían al público esta cita online?
—Es un show muy divertido y dinámico donde no solo van a encontrar buena música. Ponemos una dosis de humor, compartimos esa buena energía que nos une y divierte. Es una invitación a compartir un momento especial e íntimo.
—¿De qué manera eligen el repertorio?
—Buscamos temas originales que se adapten y orquesten en las cuerdas. Tratamos de abarcar todos los estilos posibles. Nos gusta romper con esa idea que estos instrumentos solo pueden hacer música clásica, que dicho y sea de paso, nos encanta.
—¿Cómo es la recepción por parte de públicos tan diferentes?
—Es muy interesante el fenómeno que se generó y la aceptación masiva que tuvo la propuesta. Recibimos mensajes de todas partes del mundo y de un público súper variado. Desde adeptos al heavy metal, hasta gente de la movida tropical o del ambiente de la música clásica. Es muy lindo e interesante ya que en el fondo creemos que la música es una sola, las divisiones son muchas veces arbitrarias y nos gusta romper con ese paradigma. Nos esperan muchas veces a la salida de los conciertos para que le firmemos los instrumentos o sacarse una foto con nosotros.