Llega la apasionante Feud: Capote vs. The Swans
La serie estrena todos sus episodios el 8 de mayo en Star+.
Se trata de un nuevo remix de Spicy Margarita.
06/05/2024 - 00:00hs
María Becerra se une a dos íconos de la música anglo, Jason Derulo y Michael Bublé, en un nuevo remix de Spicy Margarita, versión a su vez del clásico de Dean Martin, Sway, que Jason Derulo incluyó en su disco y para el que llamó al cantante canadiense. Derulo ha expresado que la música de Michael ha sido una inspiración en su vida y la idea de fusionarse en la versión de Spicy Margarita combina elementos latinos con un toque de funk brasileño, creando una melodía vibrante.
María Becerra se suma a la versión remix como la voz latina que le agrega frescura, energía y un toque distintivo a la combinación de las tres voces. Mediante redes sociales, María desafió a Derulo y Bubble a ver qué les parecía compartir un adelanto de su parte en la canción durante la presentación en la final de la Queens & Kings League. Ambos cantantes se sintieron halagados y aceptaron con mucho entusiasmo. “Que cantantes tan importantes como Derulo y Bublé piensen en mí para una colaboración es increíble, estoy muy agradecida por la oportunidad. Llega en un momento ideal porque estoy cerca de empezar una pequeña gira en Estados Unidos y siento que este tema tiene mucho de mí y de mis raíces, y permite que me escuchen de otra manera”, dijo “La Nena de Argentina”.
Becerra cuenta con más de 24 millones de oyentes mensuales en Spotify, en su canal oficial de YouTube más de 5 millones de suscriptores, y más de 12.000 millones de visitas entre todos sus videoclips. El 22 y 23 de marzo escribió un nuevo capítulo en la historia de la música argentina, siendo la primera artista mujer en presentarse en el mítico estadio River Plate con su #TOUR24 ante más de 140.000 personas. Con dos sold out vendidos en tiempo récord, la cantautora presentó un show de dos horas, con siete cambios de vestuario, una crew ampliada de bailarines, cinco coristas, su banda más un terceto de cuerdas y una puesta en escena con más de 100 metros de pantallas, animaciones 3D y un ascensor que la elevaba para que la vieran hasta en el último rincón del estadio.