entrevista

Mimí Ardú: “Me encanta que me estén valorando así como estoy ahora”

La talentosa intérprete es una de las protagonistas de la película que marca el regreso de Mariano Cohn y Gastón Duprat al cine.

Espectáculos

23/08/2025 - 00:00hs

Homo Argentum, con Guillermo Francella, es la gran apuesta del cine argentino para un año en donde la asistencia a salas ha bajado mucho. En los 16 relatos que componen a la propuesta participan varios intérpretes y en uno de ellos destaca Mimí Ardú, quien se muestra feliz por su vuelta al cine.

—¿Cómo te convocaron a Homo Argentum?

—Conocí a Guillermo cuando tenía 23 años y él 24 en la pileta de un club, y él estaba haciendo Proceso interior, hacia un personaje de un policía facho, con unas críticas maravillosas. Y resulta que me invitó y entonces fui con mi mamá y después, a través de los años, yo me fui a México, estuve 6 años viviendo allá y cada vez que venía a Buenos Aires, me llamaban para ir a hacer un personaje en programas de él. Trabajamos de esa manera. Primero lo vi trabajar. Nosotros no somos amigos, pero sí excelentes compañeros de trabajo y después creo que en Brigada Cola también hice un bolo. Y después, bueno, a mí la verdad que me vino una etapa maravillosa con El Bonaerense, empecé a hacer películas, Un año sin amor, Una jirafa en el balcón, pero nunca me había llamado para hacer cine y todo esto pasó hace 20 años. Y nunca tampoco se me ocurrió pedirle, porque podía levantar un teléfono, a mí la verdad que no me pasa nada con ese tema, a veces necesitamos o deseamos estar en ciertos lugares o trabajar con ciertos actores o directores, y no está mal pedir. Ahora yo estaba ensayando para hacer una obra en Microteatro y después iba a ir a Mar de Plata con dirección de Nicolás Scarpino, faltaba 1 mes para debutar, y cuando me llaman, me convocan y me dicen que Guillermo me eligió para hacer el personaje de su esposa, te lo juro, la felicidad que tuve, y elegí hacer la película dejando con tristeza la obra. Aparte también el hecho de ser elegida y que no haya hecho casting, que el protagonista no elija una mujer joven, y si una mujer grande, sin cirugía, sin botox, pensé, “me encanta que me estén valorando así como estoy ahora”.

—Antes me hablabas de Microteatro en el cual también ustedes ejercitan rapidez, para que el espectador pueda entrar en historia y salir y conectar, pero acá también, y tu personaje tiene una transformación, hay un arco y es la que termina de dar el cierre a este relato, ¿no?

—Y aparte, vos fijate cómo se ve el tipo de vínculo que tienen. Porque es esta cosa que de este tipo de mujeres que, bueno, tienen un peso, al marido le fue más o menos bien, una linda casa, pero se la pasa trabajando, arregladita, esta cosa aspiracional, con el leopardo como que son las Giménez, y después también se ve el hartazgo que tiene, porque en definitiva también lo que está mostrando desde la cena que están comiendo es que ya no se le banca más. Así que bueno, esperamos al público porque ya después ellos deciden.

—Pero obviamente con el cariño que el público le tiene a Guillermo obviamente que van a ir…

—Además no hay que mezclarlo con nada. A veces me pone triste de ver estas divisiones que hay y estos enfrentamientos. Me parece que las personas que trabajamos para la cultura, en el arte, en el cine, la música, la televisión, no tenemos que juzgar, el arte es nuestro partido político. Esa debe ser la unión y la hermandad que tenemos que tener. Porque si no nos protegemos en el arte, esto realmente no tiene futuro porque ¿de qué nos sirve estar divididos por lo que pensamos? ¿por dónde está la democracia? Tenemos que ser más amorosos entre nosotros, respetarnos y cuidarnos más.

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