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700.000 años no son nada

Un especialista dialogó con diario Hoy acerca de una investigación que reveló que, tras el fin de los dinosaurios, la vida se recuperó rápidamente en términos geológicos

La comunidad científica habla de algo más que del coronavirus. Una muestra de esto es que, esta semana, una investigación internacional en la que participa la universidad española de Granada concluyó que la vida tardó “solo” 700.000 años en recuperarse en el lugar donde impactó el asteroide que acabó con los dinosaurios.

Mauro Aranciaga Rolando, paleontólogo y becario doctoral de Conicet, en diálogo con diario Hoy aseguró que la investigación “es un análisis titánico”. El trabajo publicado en la revista Geology, que dio cuenta de la “rápida” recuperación de la vida en el fondo del mar, “es novedoso porque nadie había hecho una investigación tan exhaustiva y a tan gran escala. Esto es lo valioso. Es un estudio que lleva mucho tiempo, dinero, mucho esfuerzo y muchos años de análisis de datos”, explicó.

En la actualidad, el cráter que generó el impacto del asteroide está localizado, en parte, en la península de Yucatán y, en parte, sumergida en el lecho marino. El grupo de investigadores tomó más de 360 muestras del fondo del mar para llevar a cabo el trabajo.

“Estos paleontólogos trabajaron en buques, perforando y analizando datos de seres microscópicos, y con eso dilucidaron la historia de la vida en la Tierra”, destacó Aranciaga Rolando.

“Me sorprende mucho que hayan pasado 700.000 años, yo hubiera esperado un plazo más corto. Si bien es muchísimo tiempo, no lo es a escala planetaria. En tiempo geológico, es muy poco”, sentenció sobre el reciente descubrimiento, y completó: “Es sorprendente, sobre todo después de este tipo de extinción masiva, que después de 700.000 años la fauna y la flora volvieran a ser casi tan ricas como antes”.

Las consecuencias del impacto de un asteroide que llegó a la Tierra 66 millones de años atrás, cree Aranciaga Rolando, son posibles de ser estudiadas aún hoy. “A este tipo de dato se llega con mucho esfuerzo, tiempo, dedicación, dinero e investigadores. Es un dato que se irá comprobando con el tiempo. Sería interesante que en otras partes del mundo se haga el mismo análisis para saber si se dio de la misma manera. No se tiene que llegar a los mismos resultados, no tiene por qué comprobarse algo”.

En este sentido, detalló: “Ellos analizaron el cráter, es decir, el lugar cero. En otras palabras, el peor lugar. Si en 700.000 años se recuperó totalmente, es lógico que en otras partes del mundo no se obtengan los mismos datos”.

Sobre el significado de esta nueva verdad para el Universo, el paleontólogo concluyó: “No creo que esto cambie o modifique algo. No cambia el paradigma. Esto explica un poco más en detalle lo que sucedió. Más que un cambio o una modificación, este hallazgo es un aporte”.

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