Contagios de Covid-19 entre trabajadores del Albert Thomas
Tanto ellos como sus contactos estrechos fueron aislados de manera preventiva.
El doctor Arnaldo Dubin señaló a diario Hoy que es importante concientizar sobre el rol social de la población para mantenerlos cuidados y que no se agrave la situación sanitaria.
29/03/2021 - 00:00hs
Ante la llegada de la segunda ola de la pandemia de Covid-19 en la Argentina, desde los equipos de terapia intensiva alertan respecto de la sobrecarga de los equipos, que trabajan intensamente desde hace un año en medio de la crisis sanitaria.
Diario Hoy dialogó con el jefe de Terapia Intensiva del Sanatorio Otamendi y profesor adjunto de Farmacología Aplicada de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, Arnaldo Dubin, quien señaló que el momento actual de la pandemia es “crítico”.
“Estamos en un momento muy crítico y a esto se suma la introducción de nuevas cepas que son potencialmente más contagiosas y agresivas. Nosotros no vivimos una catástrofe mucho mayor porque hubo una cuarentena que permitió fortalecer un sistema sanitario destruido y permitir que se frenara el crecimiento de la enfermedad y de esa forma todos los pacientes pudieron ser atendidos”, destacó.
En ese plano, sentenció que “la situación es muy acuciante y, si bien durante la primera ola el sistema no saturó, estuvo bajo mucha tensión y uno de los problemas fue la sobrecarga del personal”.
Ante eso, participó de la realización de un estudio en todo el país, en el que se evaluaron los casos de unos 2.000 pacientes críticos.
Demostraron que la mortalidad es superior al 57% y se vincula a diversos factores, siendo determinante el mes de internación.
“Cuando hay una enfermedad nueva, con el correr del tiempo la mortalidad disminuye porque se gana experiencia y entrenamiento, pero con este virus ocurrió al revés y la causa es la sobrecarga de trabajo, que disminuyó el rendimiento”, resaltó.
El profesional subrayó la importancia de proteger a los equipos de las terapias intensivas, que incluye a médicos pero también al personal de enfermería y kinesiología. Son cada vez menos, a causa de que hubo fallecidos entre ellos durante el año pasado y otros ya no volvieron a los hospitales. “Para nosotros es un alivio contar con la vacuna. Los intensivistas ya éramos muy pocos antes de la pandemia; si no estaban paralizadas era gracias al concurso de médicos extranjeros que vienen a formarse. Por eso advierto que el sistema sanitario, en general, y la terapia intensiva, en particular, están en peores condiciones que en la primera ola para enfrentar esta nueva etapa de la enfermedad”, expresó.
Dubin hizo énfasis en lo que está ocurriendo en Brasil, un país cuyo sistema de salud está totalmente colapsado, donde los contagios no cesan y hay un alto porcentaje de mortalidad por la falta de una correcta atención médica.
“Hay factores psicológicos, sociológicos, la negación de la gravedad del cuadro como un mecanismo de defensa: mucha gente elige ignorarlo y esto es muy peligroso. Es importante transmitir la gravedad de lo que pasa y generar conciencia social sobre los cuidados, porque vivimos horas dramáticas y estamos al borde del abismo. Lo que se acerca es más grave de lo que hemos pasado”, aseveró.