Con una gran ceremonia, asumió el nuevo arzobispo de La Plata

Con una imponente e histórica ceremonia en la Catedral de la ciudad, Gabriel Antonio Mestre asumió como el nuevo arzobispo de La Plata. Luego de que se diese a conocer tiempo atrás que Victor “Tucho” Fernández tendría nuevas funciones en el Vaticano que requerían su mudanza a Roma, el Papa Francisco designó al monseñor Mestre para ocupar el cargo vacante.

Mestre, nacido en Mar del Plata el 15 de septiembre de 1968, fue ordenado sacerdote a los 29 años por el monseñor José María Arancedo, quien en ese momento era obispo de la misma ciudad costera. Además de su licenciatura en teología con especialización en Sagrada Escritura otorgada por la Universidad Católica Argentina, monseñor Mestre fue elegido para ser obispo de Mar del Plata por el propio Papa Francisco y asumió dicho cargo en agosto de 2017, en la catedral de los Santos Pedro y Cecilia.

Del evento formaron parte, entre otros, el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof; y los intendentes de La Plata, Berisso y Ensenada, Julio Garro, Fabián Cagliardi y Mario Secco, respectivamente. “En continuidad con una rica historia eclesial inicio hoy mi servicio pastoral como Arzobispo de La Plata. Espíritu Santo, dame la fuerza para que como nuevo pastor busque conocer a mi querido pueblo platense, escuchando y dialogando con todas las personas y grupos. Quiero conocerlos para ser un pastor cercano. Quiero entregarles mi vida como siervo de Dios”, destacó.

Asimismo, aseguró: “Querida Iglesia de La Plata, desde Dios a partir de hoy mi vida les pertenece, es de ustedes. Entrego mi vida al Señor, buscando con todos los sectores políticos una patria más justa y fraterna, en el camino del bien común y la justicia social. Superando toda grieta, quiero animar a transitar los caminos de la cultura, del encuentro y de la amistad social que nos pide el Papa Francisco”.

Asumiendo el día en que se conmemora un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices, que tuvo a La Plata como escenario para el secuestro y posterior desaparición de diez estudiantes secundarios durante el año 1976, Mestre se comprometió a “colaborar siempre para fortalecer la democracia y cultivar la memoria activa”.