La recesión golpea a los comercios de La Plata: ¿cuáles son los más afectados?
Un estudio de la UNLP y la Cámara de Comercio local revela los sectores que han sufrido mayores caídas en ventas en los primeros meses del año.
El estudio, llevado adelante por el Conicet, permitirá contar con nuevas informaciones que servirán para desarrollar estrategias de conservación más óptimas.
27/05/2024 - 00:00hs
Un estudio molecular llevado adelante por investigadores del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental sobre el ADN de algunas especies, en especial el yaguareté, fue publicado en las últimas horas. Dentro del mismo, donde se buscó indagar sobre la evolución de un grupo de proteínas reproductivas en animales carnívoro, reafirmaron la hipótesis acerca de la laxitud de las barreras de aislamiento interespecífico entre las especies de grandes gatos o panterinos, que harían posible su hibridación, es decir, el cruzamiento entre individuos de distintas especies dentro de la subfamilia.
“La posibilidad de poder cruzarse entre especies podría haberlos salvado de la extinción, a través del aumento de la variabilidad genética del grupo. Si una población pequeña se vuelve similar y homogénea, como generalmente ocurre con los depredadores tope, corre mayor riesgo de extinción. La hibridación podría ser lo que les permitió sobrevivir a períodos críticos como las glaciaciones”, señaló Patricia Saragüeta, líder del trabajo. Según indicó el equipo a cargo, para la realización del estudio se obtuvo la que es hasta el momento la colección más completa y curada de secuencias de proteínas relacionadas con la fecundación en carnívoros. “Este tipo de estudios sobre secuencias genómicas muchas veces son automatizados, es decir, no se curan, lo que conduce a lecturas y conclusiones erróneas. Nosotros tuvimos especial cuidado con eso”, remarcó otra de las integrantes, Clara Campos.
En torno a la importancia de esta nueva información, detallaron que es vital sobre todo en especies amenazadas como el yaguareté ya que permitirá un incremento rápido de la variabilidad genómica en momentos críticos de declive genético como el actual. Vale recordar, que en este caso, el yaguareté es un depredador tope, es decir, se encuentra en la cima de la cadena alimenticia, teniendo como deber sostener el equilibrio de los ecosistemas al regular las poblaciones de herbívoros y de otras presas, evitando así la sobreexplotación de recursos fundamentales, por lo que su tarea es más que valiosa.