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El glaucoma: un ladrón invisible de la visión

Se trata de una patología irreversible tan seria como frecuente, y según la Organización Mundial de la Salud es la segunda causa de ceguera en el mundo.

En el marco de la celebración del Día Mundial del Glaucoma, que se lleva a cabo cada 12 de marzo, el Colegio de Ópticos de la provincia de Buenos Aires difundió un documento para concientizar a la población sobre esta “patología irreversible” que según la Organización Mundial de la Salud se constituye en la segunda causa de ceguera en el mundo, solo superada por las cataratas.

Los estudios en torno al glaucoma estiman que en el mundo 6 de cada 100 personas lo padecen. Y si bien detectado tempranamente por un oftalmólogo puede evitarse la progresión mediante tratamiento quirúrgico y/o farmacológico, es considerado “el ladrón silencioso de la visión” porque no todos los que lo padecen lo saben.

“Es una enfermedad en la que se produce daño progresivo en el nervio óptico, por la cual se va perdiendo irreversiblemente la capacidad de visión hasta llegar a la ceguera total si no se trata a tiempo”, detalla la especialista Magalí Quinteros en el documento difundido por la entidad provincial. El nervio óptico, se sabe, es el encargado de recoger la información visual y llevarla hacia el cerebro.

“Uno de los factores de riesgo para el glaucoma es la presión intraocular elevada, pero no es necesaria para que exista la enfermedad. La presión intraocular normal varía entre 11 y 21 mmHg; sin embargo, algunas personas pueden desarrollar lesión del nervio óptico con una presión intraocular normal (glaucoma de tensión normal o baja) y, por otro lado, hay muchas personas con presiones mayores de 21 mmHg sin lesiones en el nervio óptico y se dice que tienen hipertensión ocular”, precisa.

Y añade: “Otros factores de riesgo para el glaucoma son la miopía alta, la hipermetropía -esta última en caso de glaucoma de ángulo cerrado-, los antecedentes familiares y diabetes. También hay mayor propensión según la etnia. De acuerdo con las estadísticas, los afrodescendientes la padecen más que otras”.

Un recurso de novela

Aunque existen dos tipos de glaucoma, el más frecuente es el primario de ángulo abierto que, en general, se presenta sin dolor ni molestia y con la presión intraocular aumentada, la cual va dañando el nervio óptico.

La progresión “invisible” hace del glaucoma una afección “dramática”, tanto que “la ficción suele usarlo cada vez que se le agotan los recursos de golpe bajo. Los personajes se quedan ciegos de manera progresiva, es un descenso lento a los infiernos.

Y aunque suene a telenovela, habría que defenderlo como un recurso creíble”, afirma Quinteros, ya que es así como suele llegar a la vida de las personas. Por eso aconseja la visita a un profesional de la salud visual, algo clave para su detección temprana.

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