ENTREVISTA EXCLUSIVA

En tiempos de pandemia, la mirada de una experta en situaciones extremas

Se trata de Silvia Bentolila, reconocida psiquiatra a nivel internacional que participó en la contención de los platenses tras la tragedia de la inundación en 2013. Ahora analiza el comportamiento de las personas durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Silvia Bentolila no solo participó el día posterior al 2 de abril de 2013 en la contención de personas tras la tragedia de La Plata, sino que además brindó ayuda luego del terremoto que se produjo en Chile y después del recordado accidente ferroviario de Once, asistiendo a miles de familias.

Hoy, en su condición de psiquiatra reconocida a nivel internacional, se permite analizar y dar algunas recomendaciones sobre la situación que viven los argentinos en el aislamiento, luego de confirmarse la extensión de esta medida por lo menos hasta el 17 de julio.

—¿Se le dio más importancia al cuidado físico que a lo psíquico durante la pandemia en Argentina?
—Los organismos internacionales que trabajan con personas y poblaciones en condiciones de emergencias y desastres vienen insistiendo desde hace mucho sobre la necesidad en las situaciones críticas, y especialmente en la condición de la pandemia, que es tan importante cuidar la salud física como la salud mental. Pero, además, yo agregaría que no se puede dividir la salud física de la mental. De hecho, el mayor porcentaje de las enfermedades que más impactan en la región, las llamadas enfermedades no transmisibles, las cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias, comparten cuatro de los factores de riesgo, que son el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la vida sedentaria y la mala alimentación. Todos esos factores son atajos que toman las personas para lidiar con la tensión de la vida cotidiana.

—¿Quedarse en casa mucho tiempo puede afectar psicológicamente a una persona?
—En este momento, cuidar la salud mental es clave, porque va a modular el impacto de esta situación que estamos atravesando de la pandemia en general. No corresponde llamar encierro al aislamiento preventivo y obligatorio. Esto es quedarnos en casa para cuidarnos la salud física y mental también. Quedarnos en casa no le hace necesariamente mal a la salud mental, si nosotros entendemos que es para cuidarnos.

—¿Qué cuidados se deben tener para controlar la ansiedad en este momento?
—Lo importante es adquirir pautas de cuidados que ayuden a prevenir. La significación que les demos a las cosas condiciona las emociones con las que las vivimos. Es muy importante comprender que hay gente que, por ser trabajadores esenciales, como el recolector de residuos, el equipo de salud, los integrantes de las fuerzas de seguridad, los que venden alimentos, no pueden quedarse en casa. Si los que no necesitamos salir a trabajar nos quedamos en casa, también los cuidamos a ellos, porque reducimos el riesgo de que se contagien y se enfermen. Además, es imprescindible reflexionar sobre muchas cosas muy negativas de cómo vivíamos antes. Gastábamos horas para llegar al trabajo hacinados en un tren, en un colectivo, prácticamente no nos veíamos con nuestras familias.

—¿Qué opina del regreso de las clases para los chicos? ¿Será traumático o dificultoso?
—Los chicos, si nos ven más o menos tranquilos a los adultos, no se van a poner nerviosos. Ellos responden en función a cómo respondemos nosotros a la situación. Entonces, les tenemos que transmitir que este es un año especial, un año raro, no es que todos los años van a ser así, que por eso tanto hinchamos los papás para vacunarlos, para cumplir con los planes de vacunación. Esto viene bien para que los antivacuna puedan repensar su actitud, porque si existiera una vacuna, no tendríamos que estar como estamos. Los chicos tienen que entender que ellos nacieron en un momento donde prácticamente existían vacunas para todas las enfermedades de las que se podían contagiar, que por eso son tan importantes las vacunas.

—¿Cuál es la reflexión, entonces?
—Muchas veces en la vida vamos a tener que reacomodarnos a situaciones. Esto es un aprendizaje. Muchas veces, como las crisis son más personales, individuales y familiares, no tenemos noción de qué le está pasando a nuestro vecino, si está en crisis, porque es algo que les toca vivir a los otros. Esta vez es una crisis que nos toca a todos, tenemos que ayudarnos, ser solidarios, ¡cuidarnos es cuidar a otros también!

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