Encuentran microplásticos en órganos y tejidos del cuerpo humano

El material no biodegradable está en el ambiente, como consecuencia de la contaminación, y termina siendo ingerido por animales y personas. Preocupan los efectos en la salud.

Hay evidencia de que el plástico se está abriendo camino en nuestros cuerpos, pero muy pocos estudios lo han buscado allí. Y, en este punto, no sabemos si este plástico es solo una molestia o si representa un peligro para la salud humana”.

Así lo afirmó Charles Rolsky, investigador de la Universidad Estatal de Arizona, en un inquietante artículo presentado en la Reunión y Exposición Virtual de Otoño de 2020 de la American Chemical Society (ACS).

El estudio reveló la presencia de fragmentos o microplásticos no biodegradables en órganos humanos. En primera instancia, este tipo de materiales está en el ambiente y termina siendo ingerido por animales y personas al comer, beber o respirar. Esta situación es consecuencia de la creciente contaminación am­biental en distintos puntos del mundo.

“No queremos ser alarmistas, pero es preocupante que estos materiales no biodegradables, que están presentes en todas partes, puedan entrar y acumularse en los tejidos humanos”, señaló Varun Kelkar, coautor de la investigación.

Desde la Fundación Vida Silvestre Argentina aseguran que el plástico en la naturaleza es uno de los principales problemas ambientales. Un informe elaborado en 2019 indicaba: “Desde el año 2000 se produjo la misma cantidad de plástico que en los últimos 50 años, y se estima que 8 millones de toneladas de plástico se arrojan al mar anualmente. Casi la mitad de todo el plástico producido se usa para crear productos de un solo uso o que tienen una vida útil menor a los 3 años”.

El reciente estudio considera microplásticos a los fragmentos de menos de 5 milímetros, pero también los hay más pequeños, los nanoplásticos, que tienen diámetros inferiores a 0,001 milímetros. Existen pruebas científicas de que estas partículas provocan inflamación, cáncer y problemas de fertilidad en los animales. No obstante, el impacto de estos residuos plásticos en la salud humana todavía no se ha estudiado.

Los investigadores basaron su análisis en 47 muestras de tejidos del cerebro y de los cuatro órganos más expuestos a la filtración de microplásticos: los pulmones, el hígado, el bazo y los riñones. Los resultados confirmaron la presencia de plásticos en todas las muestras: solamente el bisfenol A (BPA) –un comprobado cancerígeno utilizado para envases de alimentos o bebidas, recibos de compras o bancos, CD e, incluso, mamaderas– apareció en las 47 muestras humanas.

Según señalaron los expertos, lo primero era comprobar la presencia; en adelante, será posible evaluar los efectos de estas partículas contaminantes en la salud humana.

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