Viajarán a los Estados Unidos para participar en la Spaceport America Cup, que consiste en la presentación y lanzamiento de un cohete.
Entre el 19 y el 24 de junio, estudiantes de diversas carreras del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) viajarán a los Estados Unidos luego de haber sido elegidos para participar en la Spaceport America Cup, que se trata de una competencia internacional que consiste en la presentación y lanzamiento de un cohete que pueda completar el vuelo de manera satisfactoria.
En este sentido, el concurso se encuentra destinado a estudiantes universitarios y es organizado anualmente por líderes del sector aeroespacial como, entre otros, el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA) que agrupa a la NASA, SpaceX, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL).
Por su lado, Matías Calamaro, estudiante de Ingeniería Mecánica en el ITBA, señaló: “Nuestra principal expectativa es poder tener un buen lanzamiento, y que el cohete pueda completar el vuelo de manera satisfactoria. Considerando que es nuestra primera vez participando de una competencia así, valoramos eso mucho más que un puntaje en particular. También esperamos disfrutar y aprender de forma que adquiramos conocimientos que nos ayuden en nuestras carreras futuras”.
En este sentido, del proyecto del ITBA participaron más de 25 alumnos de diversas carreras de la universidad, de los cuales seis de Ingeniería Electrónica, Mecánica e Informática viajarán a Nuevo México, los Estados Unidos, a fin de representar al equipo.
Se trata de Agustín Galdeman, Gustavo López Cáceres, Juan Bautista Valero, Malena Vásquez Currie, Matías Calamaro y Tomislav Marko Separovic, guiados por el docente del Departamento de Ambiente y Movilidad, Patricio Pedreira.
Asimismo, el cohete que realizaron se trata de un lanzador suborbital que está diseñado para llevar cuatro kilos de carga útil a una altura de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Además, es un vehículo 100 por ciento reutilizable.
Los criterios de evaluación se basan en comprobar que la iniciativa pueda completar el vuelo de forma satisfactoria a 3.000 metros de altura y la capacidad del lanzador de volver a volar tras el aterrizaje.
Por su lado, Patricio Pedreira, docente a cargo del equipo, sostuvo que “el trabajo realizado en la competencia permitió formar y especializar a todos los involucrados en distintas temáticas del área aeroespacial”.