Homo Floresiensis: una especie diferente al hombre
Descubrieron y analizaron varios restos de apariencia humana, pero de muy corta estatura. Se bautizó a los esqueletos como “la raza Hobbit”. Buscan cuerpos que pudieran servir para la clonación
Nuevos estudios basados en análisis dentales determinaron que esqueletos hallados y nombrados “Homo Floresiensis” pertenecieron a una especie separada de la nuestra, y no a humanos modernos con microcefalia. El estudio realizado por el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Japón, describió el primer análisis exhaustivo de los restos óseos de varias de estas criaturas, descubiertas en la isla de Flores, en Indonesia.
Los fósiles de apariencia humana y un tamaño infantil, comenzaron a ser conocidos como “los restos de un Hobbit” , en alusión a los famosos personajes de las novelas de Tolkien, cuando se descubrió que pertenecían a criaturas de apariencia humana totalmente desarrolladas. Con estaturas de sólo 0,90 metros, estos seres fueron considerados primos extintos de nuestra especie. Los investigadores han encontrado los restos de nueve de los esqueletos, que han datado en aproximadamente 18.000 años.
No eran humanos enfermos
Al principio se especuló que los restos pertenecían a humanos modernos con microcefalia, una enfermedad que conduce a una persona a tener cuerpo y cabeza pequeños, y cierto grado de retraso mental. Para ayudar a resolver el debate, se examinaron 40 dientes con objeto de contrastarlos con dientes de 490 seres humanos modernos de todo el mundo y otros de otras especies humanas extintas.
Los estudios revelaron que los dientes eran similares en tamaño a los de los humanos modernos de corta estatura, mientras otras características les hacían bastante diferentes: algunos de los rasgos eran similares a los encontrados en los primeros homínidos (grandes simios), mientras que otros fueron similares a los observados en homínidos más avanzados.
De encontrarse restos congelados del Homo Floresiensis, se podría intentar clonarlo o al menos analizar su mapa genético. De hecho, actualmente se está intentando hacer volver a los Mamuts con esta técnica, a pesar de llevar desaparecidos 3.700 años. Son dos los grandes impedimentos sobre esta teoría que llegó a esbozarse: no hay datos de esta especie desde hace miles de años y, además, no vivió en zonas frías, lo que hace creer imposible hallar un ejemplar congelado como en el caso de los Mamuts.