Científicos rusos estudian cómo fue que se produjo ese fenómeno climático y el impacto que puede causar a los habitantes de nuestro planeta.
Una tormenta magnética cubrió la Tierra y un equipo de científicos rusos se dedicó a investigar cuál fue el impacto de ese fenómeno climático para quienes la habitamos y cómo se produjo el efecto general.
“La perturbación interplanetaria nos ha alcanzado. Llegó hasta aquí alrededor de la 1.30 de la madrugada. Creció significativamente la velocidad del viento solar, el campo se ha incrementado enormemente, pero esta perturbación no fue tan geoefectiva, que influye en la Tierra, como esperábamos”, manifestó María Abúnina, una investigadora del Instituto Pushkov de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Ondas Radioeléctricas de la Academia Rusa de Ciencias.
La investigación se puso en marcha luego de las advertencias de los especialistas de que podría producirse una tormenta de este tipo, ya que hubo una erupción en la superficie del Sol, y que esta era una zona de relación directa con el impacto en la tierra.
En aquel momento, el director del Instituto Pushkov, Serguéi Kuzin, había señalado que “la nube de plasma que alcanzó la Tierra no supone una amenaza para la salud humana, pero puede afectar el funcionamiento de los equipos tecnológicos desplegados en el espacio”.
Cabe recordar que nuestro planeta tiene un campo magnético que funciona como una especie de coraza o escudo que, en general, evita que el viento solar llegue a la atmósfera. Esas nubes, a veces son capaces de romper esa coraza por unas horas y puede haber interrupciones en telecomunicaciones.
Como en la actualidad los satélites son indispensables para llevar a cabo las comunicaciones a nivel global, por lo que las alertas se encendieron para considerar alguna posible interrupción de esos servicios.
“Los cosmonautas podrían sentir un poco las consecuencias pero los habitantes de la superficie de la Tierra no están amenazados... Es más grande que la anterior, pero no hasta el punto de afectar la vida de las personas, las naves espaciales y todo lo demás”, aseguró María Abúnina.