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La Liga Patriótica, una organización ultraderechista argentina

Sus miembros juraban por la Tradición, la Familia y la Propiedad ,y ejercían un furioso antiizquierdismo. Uno de sus miembros fue el fundador de La Plata.

La Primera Guerra Mundial causó profundas heridas en la sociedad argentina. La desocupación llegó al 20% y la caída de salarios se calculaba en un 40%. En ese marco arreciaron los reclamos sociales vehiculizados por gremios conducidos, en su mayoría, por inmigrantes de origen europeo que traían ideas avanzadas desde sus países. La clase alta presionaba al gobierno para que adoptara respuestas más duras.

En 1919 bajo el nombre de “Legión o Guardia Cívica” se nuclearon jóvenes de clase alta que creían necesario formar una agrupación capaz de ejercer la violencia para extirpar de raíz la agitación social provocada por las “ideas exóticas” traídas por los inmigrantes. Esas fuerzas parapoliciales anticomunistas terminaron llamándose Liga Patriótica Argentina. La prensa de la época daba cuenta de los hechos: “En el Centro Naval se reunieron a las 9 de la mañana de ayer (20 de enero de 1919), los miembros del Comité Nacional de la Juventud, para determinar su acción en las actuales circunstancias. Se procedió en esta asamblea a la inscripción de todos los ciudadanos que sin distinción de ideas políticas, simpaticen con la iniciativa del comité de formar una guardia nacional que coopere al mantenimiento del orden en la ciudad”.

Muchas organizaciones de notables saludaron la aparición de esta fuerza civil de represión: el Yacht Club Argentino; el Club del Progreso; el Centro Naval; el Jockey Club y el Círculo Militar, entre otros. Los auspiciantes de la Liga Patriótica eran todos personajes de la alta sociedad local y reunió a todas las instituciones de lo que se conocía como “la sociedad porteña”. Actuaban en concurrencia con el gobierno –por entonces a cargo de los radicales- o supliéndolo cuando creían que el mismo no aplicaba el rigor necesario. La independencia del estado no era ajena a los resentimientos y el menosprecio clasista que estas instituciones propias de la oligarquía local sentían hacia el presidente Yrigoyen. Su entrenamiento estaba a cargo de cuadros militares, y su confortación espiritual era suministrado por miembros de la jerarquía eclesiástica.

El presidente de la Liga fue Manuel Carlés, un profesor del Colegio Militar, que en 1921 participaría de represión de obreros santacruceños en los episodios conocidos como “La Patagonia Rebelde”, ocurrida cuando los trabajadores rurales pelearon por mejoras en sus condiciones de trabajo. Entre los miembros más reconocidos de la Liga Patriótica se encontraban: Joaquin Anchorena , Francisco P. Moreno, monseñor Miguel de Andrea, y el fundador de nuestra ciudad, Dardo Rocha. Osvaldo Bayer los caracterizaba así: “Personajes que luego pasaron a ser próceres, y entre los cuales estaba el estanciero Martínez de Hoz, hijo de aquel presidente de la Sociedad Rural que recibió de Roca 2.500.000 hectáreas de la tierra donde vivían antes los pampas y los ranqueles, bisabuelo del murciélago que luego fue ministro de Economía de la dictadura de la desaparición de personas. Toda una estirpe familiar heredera del autollamado liberalismo positivista del roquismo” .

La Liga adquirió notoriedad pública con su actuación en la llamada Semana Trágica, a la que contribuyeron grandemente para que fuera una de las páginas más sangrientas de nuestra historia. Luego de reunirse en distintas comisaría, donde se proveían de armas y brazaletes, salieron al grito de “¡Viva la Patria!” –con abierta complicidad oficial-, a asolar barriadas obreras, sindicatos, bibliotecas populares, sedes de periódicos socialistas y anarquistas. Parte de ese raíd represivo fue el barrio de Once, donde se realizó una verdadera "caza de rusos". Se calculan en cerca de mil los obreros muertos en esas jornadas, y mil quinientos los obreros presos.

El escritor Leopoldo Lugones avaló a la Liga Patriótica, en un ciclo de conferencias en el teatro Coliseo en julio de 1923 donde se expresaba así: "Italia acaba de enseñarnos bajo la heroica reacción fascista encabezada por el admirable Mussolini, cuál debe ser el camino a seguir". Por eso, no fue extraño que tanto Lugones como la Liga Patriótica, impulsaran el golpe militar encabezado por José Félix Uriburu.

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