Se elaborarán guisos de alta calidad nutricional y de fácil preparación.
La producción comenzará con unas
50.000 porciones mensuales.
Al servicio de la comunidad y de quienes más lo necesitan, la Universidad Nacional de La Plata tiene todo listo para poner en marcha una planta de alimentos deshidratados de interés social, que elaborará raciones de un guiso de alta calidad nutricional destinado a sectores vulnerables de la región.
Con la intención de disminuir la inseguridad alimentaria y de mejorar la calidad de vida de miles de familias de bajos recursos, la casa de altos estudios de la ciudad se convertirá en la primera universidad pública del país que contará con un proceso de deshidratado de vegetales y un laboratorio de control de calidad de materias primas, insumo final y efluentes.
La Planta de Alimentos para la Integración Social (PAIS) se encuentra en la Estación Experimental Ing. Agr. Julio Hirschhörn, un predio de 60 hectáreas que posee la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, en calle 66 y 167, en Los Hornos.
Se estima que estará en pleno funcionamiento antes del último trimestre del año. Allí también funcionarán laboratorios de control de calidad y habrá un sector de aulas para tareas de docencia y extensión.
“Esto se empezó a construir hace menos de un año y las cosas empezaron a planificarse a fines de 2019, principios del 2020. El proyecto estaba esperando tener financiamiento y poder salir adelante. En menos de un año se terminó una obra que técnicamente es muy compleja y se están haciendo las pruebas técnicas y científicas para que esos alimentos que se van a producir tengan la calidad nutricional”, le dijo a diario Hoy Juan Manuel Santillán, graduado de la Facultad de Ciencias Exactas y director del programa PAIS.
“El equipo de Sergio Giner del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (Cidca) es el que se encargó de diseñar el proceso productivo que va desde los vegetales o las frutas frescas hasta el vegetal deshidratado. Y en función de esos vegetales deshidratados y el agregado de legumbres o algún otro ingrediente que nos dé carbohidratos, proteínas y hierro, el diseño de las distintas recetas”, añadió el profesional.
En este momento se encuentran trabajando con tres recetas: guiso de arroz y vegetales, guiso de lentejas y vegetales, y guiso de arvejas y vegetales. Asimismo, se adelantó que el menú de opciones se irá ampliando con la puesta en marcha de la planta.
“Estamos terminado de poner a punto la producción, el tipo de cocción y el sabor. El compromiso de la Universidad es que sea algo de calidad, que sea rico y nutritivo. El primer paso que vamos a dar es poner en marcha la etapa de mezclado y envasado”, detalló.
Desde el Rectorado aclararon que los productos elaborados no serán comercializables. El objetivo es poner la producción a disposición de los estados municipal, provincial y nacional. La producción comenzará con unas 50.000 porciones mensuales. “Eso se puede extender muchísimo más”, recalcó Santillán.
Sobre el proyecto, el presidente Tauber expresó que “si hay argentinos que en este momento están pasando hambre, la Universidad tiene que producir alimentos. Tenemos el conocimiento, la infraestructura, la tecnología y los recursos humanos formados para dar respuesta a una demanda que es urgente y frente a la cual no podemos hacernos los distraídos”.
“La puesta en funcionamiento de la fábrica representará un aporte sustancial de la Universidad al diseño de políticas públicas para luchar contra el hambre en Argentina. Con esta convicción vamos a ir desarrollando un verdadero polo agroalimentario que emplee las verduras frescas de la hortifruticultura periurbana del Gran La Plata, articulando con los productores de la región, para ponerlas a disposición de un proyecto que permitirá cubrir las necesidades de los sectores más postergados”, concluyó Tauber.