Las pantallas en cuarentena: ¿amigas o enemigas?

Se estima que el 80% de la información que reciben las personas entra a través de los ojos. Dos profesionales cuentan a Hoy cómo cuidar la salud visual

Corren tiempos en que asistir a clases, trabajar, entretenerse e, incluso, hacer terapia dependen de una pantalla. Desde el 20 de marzo, la vida de muchas personas transcurre frente a un monitor, un teléfono o un televisor, una situación que im­pactó en el sector de la salud visual.

“Aumentaron aproximadamente un 80% las consultas por síntomas asociados a cansancio ocular y la llegada de recetas con graduaciones bajas, indicadas para un uso de fijación prolongada o mejor conocido como un anteojo de descanso”, contó a diario Hoy la licenciada en Óptica ocular y Optometría Pamela Allen.

Así también lo reconocen desde el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires. “Las consultas aumentaron mucho. Dentro de los principales síntomas aparecen las cefaleas o los dolores de cabeza y la astenopia, que es la fatiga o cansancio visual; también el ardor ocular, el lagrimeo y el ojo rojo”, detalló Germán Píccolo, docente y licenciado en Óptica ocular y Optometría.

Si bien los síntomas descriptos dan cuenta de varias horas de exposición a las pantallas. “Hay que descartar algún tipo de ametropía existente que puede agravar la sintomatología, como astigmatismo, hipermetropía, miopía o presbicia”, explicó Allen.

Ambos profesionales coinciden en que existe una regla que puede ayudar al cuidado de la salud visual: la regla 20/20/20, que consiste en mirar, cada 20 minutos de tarea frente a una pantalla, durante 20 segundos, hacia algo ubicado a 20 pies, es decir, unos seis metros de distancia. “Alternar las distancias genera una relajación y un descanso ocular”, sintetizó Allen
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Otras claves: la postura y la iluminación

“Más allá de la cantidad de horas que pasemos frente a la pantalla, es importante levantar la mirada cada tanto; levantarnos y caminar; cambiar la postura. Y lo ideal es tener la computadora al frente, a una altura en la que no tengamos que bajar la mirada”, opina Píccolo.

“Otra cosa a tener en cuenta es la iluminación. Generalmente, por la noche tendemos a pagar todo y dejar solo la luz del teléfono o la luz de la computadora. Esa diferencia de iluminación entre el ambiente y lo que emite la pantalla genera aún más fatiga visual. Tener prendida una luz va a hacer que la diferencia no sea tan nociva para el ojo”, completó.

Otra cuestión en la que coinciden los profesionales es en la necesidad de los parpadeos. Estar mucho tiempo concentrados en algo, puede ser un monitor o un texto, disminuye la frecuencia de parpadeo y, así, disminuye la distribución de la lágrima, lo que genera sequedad ocular.

“Todas las pantallas emiten luz azul. Actualmente hay muchos teléfonos que tienen la función de filtrar esa luz, lo que disminuye la fatiga visual. No podría confirmar que proteja 100%, pero siempre es una ayuda más”, dijo Píccolo. Concluyó: “La exposición extrema a la luz azul altera el ciclo circadiano, es decir los ciclos de sueño-vigilia. Muchas personas pasan doce horas por día frente a la PC y cuando se acuestan no se pueden dormir: el famoso insomnio”.

Las ópticas, entre las actividades esenciales

Germán Píccolo, miembro del consejo directivo del Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires aseguró que la inclusión de la actividad entre los trabajos esenciales fue una “importante” medida.

“En principio, la actividad no estaba incluida dentro de los rubros esenciales. Aproximadamente un mes después de aquel 20 de marzo, mediante decreto, el rubro ópticas ingresó dentro de los exceptuados. Ahora pasamos a ser rubro esencial. Es importante que sea considerada esencial la salud visual y ocular de las personas”, expresó.

Por otra parte, Píccolo señaló que la importancia de este reconocimiento también radica en la posibilidad de los trabajadores del sector de utilizar el transporte público para llegar a sus lugares de trabajo.

Por último, Píccolo dijo: “Como la óptica no deja de ser un comercio estamos en esa balanza entre el negocio, la salud visual y el profesional. Siempre luchamos para que nos reconozcan como profesionales de la salud visual y no como comerciantes”.

A partir de lo comunicado en el decreto 576/2020, en todos los municipios de Buenos Aires continuarán abiertas después del 1° de julio, es decir después del endurecimiento de la cuarentena. En la continuidad de los protocolos, seguirá rigiendo el sistema de turnos previos para pacientes. A su vez, el turno otorgado servirá a los pacientes como permiso de circulación.

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