Luján: conseguir un turno en el Hospital Municipal es igual que pedirle a la Virgen

El deficiente servicio de salud público tiene sus dramas cotidianos. Aquí, la crónica de un periodista que se apostó durante una madrugada en los pasillos del Hospital de referencia de Luján y distritos vecinos

Un informe especial hecho por el periodista Nicolás Grande, del diario El Civismo de Luján, titulado “Cuando duerme la ciudad”, da cuenta de los incovenientes para la población que recurre al hospital público de mayor importancia del partido: el denominado "Nuestra Señora de Luján" (fundado hace 118 años).

El Hospital Municipal cuenta con el esfuerzo denodado de todo su personal, un factor humano indispensable que hacen llevadera la tarea (desde los profesionales médicos, mantenimiento, admnistrativos, gastronomía, etc.), que incluso suelen excederse en sus funciones y ponerse a la par con los de otras áreas. Esa atención los engrandece, pero hay asuntos que siguen sin cambiar... y la población que crece, tiene además menos paciencia.

En las madrugadas, muchos vecinos esperan el momento en que les den “un número” para atender (empiezan a las 6, con un empleado para cada una de las dos ventanillas habilitadas). Los que ya llevan muchos años de vida anticipan "su jugada": se presentan antes de que cante el gallo. O algunos lo hacen desde la noche anterior.

“Quienes encabezaban la fila habían llegado alrededor de las 2. Ese fue el caso de una vecina del barrio Sarmiento que se rió varios segundos antes de contestar la pregunta sobre cómo funciona el sistema de turnos: ‘Acá tenés que venir a las 12 de la noche para que te puedan dar un turno’”, describe la crónica de una madrugada en el nosocomio. La vecina lujanera, entre preocupada y de buen carácter, amplió su relato: “Ahora hacés esta cola y después entregan primero para el dentista, entonces todos los que estamos primeros quedamos atrás. Después dan cinco turnos para un especialista, cuatro para otro y así. Si tenés suerte conseguís, porque a veces te dicen que para tu especialidad no hay más”.

También están los que necesitan ser operados y esperan en una lista en la que cada tanto hay que volver a preguntar. Y resignarse a que no sea la respuesta esperada.

Los trastornos son también la escena repetida y deja en evidencia la falta de tolerancia y de respeto al que llegó el argentino, cansado de administraciones deficientes. En un momento de la crónica, el periodista observó el “desbande” de la fila. “Un vecino que esperaba desde hacía una hora sacar turno para el neurólogo se quejó: ‘fíjese en qué lugar de la fila estaba y vuelva ahí”. Además, la empleada advirtió que “para neurología había pocos turnos”.

Los imprevistos suman nuevas pruebas para el soberano que aguarda ser atendido y curarse. Se informó que dos médicos no atendían por encontrarse “de vacaciones”.

Los lunes y martes la cantidad de habitantes de Luján que acuden al Hospital público se suele incrementar.

En la puerta del Laboratorio, una fila numerosa aguarda. Cuando los llaman, muchos quedaron afuera de la primera tanda de atención. La modalidad nueva no respeta el orden de llegada. Surgen las quejas acaloradas de quienes perderán horas de trabajo.

Al tema horario, se suma el drama de los que llegan de otros municipios vecinos. Este aspecto generó controversias en julio de 2016 cuando el Gobierno municipal decidió no llevar a cabo las atenciones a pacientes ajenos al Partido.

La gestión del jefe comunal Oscar Luciani había pensado poner en marcha -a través la Secretaría de Modernización- una plataforma digital que daría turnos desde los teléfonos celulares. O vía los Centros de Atención Primarias, pero los problemas tecnológicos (y los errores humanos) hacen que el paciente de vueltas y más vueltas, como cuando llega las madrugadas queriendo solucionar un problema de salud.

¿AYUDARÁ LA PROVINCIALIZACIÓN?

Mientras el pueblo, como en tantas ocasiones, empieza a resignarse con “lo que hay”, es menester de los gobernantes tender una mano y ayudar a que el nosocomio sea un lugar acorde a quien va a pedir ayuda.
El Hospital que lleva nombre de la milagrosa virgencita le insume muchos recursos al municipio. Por eso, más de una vez, se oyó dentro y fuera del establecimiento de la calle principal -la San Martín-, cuándo será que la Provincia tome cartas y pase a estar bajo la órbita de la cartera de salud hoy conducida por Zulma Ortíz.

LA HISTORIA DA EL EJEMPLO
En uno de los libros de la historia de Luján ("Diccionario lujanense", de Héctor Francisco Felice) hay un párrafo especial que marca cómo fueron los inicios de la gran obra. “Todo comienza con la creación de la Sociedad Hermanas de los Pobres, con motivo de una peste de viruela ocurrida en 1890. Ante la terrible epidemia, un grupo de damas, presididas por doña Sara Berraondo de Ogando, se reúne en su domicilio y queda constituida la primera comisión directiva. Primero recorrieron los domicilios de los enfermos y más tarde alquilaron una casa”.
El centenario de aquel suceso se celebró con esperanza el 8 de noviembre de 1990, por el centenario del nacimiento de la hoy desparecida Hermana de los Pobres, entidad que fundó el actual Hospital Nuestra Señora de Luján.