Salió publicado, post mortem, el libro del poeta y educador platense que reconstruye la figura de una muy lejana familiar que fue esposa del primer comandante de las islas Malvinas, Luis Vernet.
Marcelo Vernet era un notable poeta que murió el 28 de agosto de 2017. Fue conocido en La Plata por sus múltiples actividades: director de Cultura de la Municipalidad en los años de la más reciente recuperación democrática, cuidador de bicicletas venecianas en el lago del Bosque, relator del Concejo Deliberante, director de Participación Comunitaria del Ministerio de Seguridad de la Provincia, entre otras.
Durante 20 años trabajó arduamente a partir del diario de María Sáez, uno de sus lejanos ancestros, en una investigación profunda sobre las islas Malvinas. Conversamos con Clara Vernet, su hija, quien junto a su hermano, José Luis, retomaron este trabajo inconcluso y lo publicaron en dos tomos.
—¿Cómo comenzó esta investigación?
—A partir del diario que María Sáez, esposa de Luis Vernet, llevó durante los primeros meses de su estadía en las islas donde se mudó, junto a toda su familia, para acompañar a su esposo en la gesta de poblamiento en el puerto de la isla Soledad, en 1829. Este diario, junto a cartas, contratas, el diario de Emilio Vernet (hermano de Luis) y tantos documentos de inmenso valor para la defensa de nuestra soberanía sobre las islas, se encuentra en el Archivo General de la Nación como patrimonio de todos y todas. Allí comenzó este libro, en la sala 7, con enormes ventanales al Río de la Plata. Junto a mi hermano José Luis lo acompañamos en los primeros años de investigación en el Archivo, una aventura inolvidable: la letra prolija de María; la firma dibujada de Vernet; las cartas con el encargado del pescadero, con las tribus patagónicas, con el gobierno de Buenos Aires; las abigarradas listas de nombres de colonos, mercancías y ganado...
—Fueron años de trabajo...
—Pocas veces he visto trabajar con tanta meticulosidad cada párrafo. El tomo Vísperas al diario de María Sáez es un texto donde puede escucharse a Marcelo Vernet contar una historia de siglos. Se escucha su voz clara, su humor, su poesía, con precisión y detalle histórico sin perder la fluidez, envidiable.
—¿Cuál es, a tu criterio, la mayor novedad que aporta este libro?
—Malvinas, mi casa vuelve a la vida al pueblo argentino en la isla Soledad a través de la voz de sus protagonistas y, como primera voz, la de esta mujer, María, que tiene 29 años y viaja embarazada de su cuarta hija. Va con sus hijos Emilio, Luisa y Sofía, quien dará sus primeros pasos en la isla, como podemos conocer a partir de su diario. Va con la vajilla, los ajuares, los cristales y un piano.
María se embarca en la Betsy, tras la designación de su marido, Luis Vernet, el 10 de junio de 1829 como comandante político y militar, con el encargo de fundar una colonia en la isla Soledad. Este hito sería la reafirmación de una serie de eventos cuando las Islas se metieron en la vida de los Vernet, primero como negocio para cobrar una deuda de un amigo, después como negocio del alma que acompañaría a Luis Vernet hasta el último día de su vida, como podemos enterarnos en sus cartas y memorias.