Nadie quiere trabajar con Mark Zuckerberg en Facebook

Los fundadores de Instagram se suman a una larga lista de salidas de la plataforma: los creadores de WhatsApp, los de Ocululs; el jefe de comunicaciones, el director de seguridad. Las presiones y los problemas que se atribuyen directamente al CEO de la gran red social

 

A pesar del atractivo de la industria tecnológica y de la enorme cantidad de dinero en juego, Mark Zuckerberg parece ser un jefe al que pocos pueden soportar.

Se vio en el caso de WhatsApp: los fundadores Jan Koum y Brian Acton vendieron la app a Facebook por USD 19.000 millones, y luego de cuatro y tres años y medio, respectivamente, dentro de la compañía, renunciaron. Acton nunca ocultó su malestar con Mark y cuando sucedió el escándalo de Cambridge Analytica tuiteó: "Llegó la hora. #deletefacebook".

Luego la compañía de realidad virtual Oculus, otra compra multimillonaria de Zuckerberg, perdió al cofundador Palmer Luckey y reubicó en lugares más inconspicuos de la estructura a otros como Brendan Iribe, a sólo tres años de la adquisición. Luckey dijo a Wired que su paso por Facebook le dejó una lección: "Ten cuidado con la gente en la que confías. Ten cuidado con quienes tienen el control”.

Y ahora los cofundadores de Instagram, Kevin Systrom y Mike Krieger, acaban de renunciar a los honores de pertenecer a la Familia Facebook, a la que se habían incorporado en 2012 tras vender la app en USD 1.000 millones. Según Tech Crunch, distintas fuentes aludieron a la "independencia cada vez más débil" que Systrom y Krieger podían tener en la estructura. Y según Recode, ambos acumulaban demasiada frustración por "la grotesca intromisión" de Zuckerberg.

Om Malik, socio de la firma de capitales de riesgo True Ventures, dijo a The Guardian que el anuncio conjunto de la salida de Systrom y Krieger fue "una declaración muy política". En su opinión, se trató de un indicador de conflicto entre Instagram y Zuckerberg. "Me asombra que se hayan quedado tanto. La paz duró siete años, pero en los últimos meses las cosas deben de haber comenzado a ponerse realmente malas".

Otro indicador es que el comunicado de Systrom, el ex CEO de Instagram, no mencionó los nombres de Zuckerberg ni Sheryl Sandberg. "El tradicional agradecimiento al fundador de la empresa puede ser un cliché, pero es importante. Omitirlo en una carta de despedida es el equivalente a no estrechar la mano de alguien", interpretó Business Insider.

También grandes nombres de Facebook han dejado la empresa por razones vinculadas a su liderazgo, entre los más recientes Elliot Schrage, jefe de comunicaciones y política pública, y Alex Stamos, director de seguridad. Y numerosos ex ejecutivos —como Sean Parker, primer director de Facebook, Sandy Parakilas y Aza Raskin— han manifestado críticas a la manera en que opera la plataforma.

¿Cuál es la razón por la que tantos creadores de grandes productos prefieren "explorar su creatividad" (los de Instagram) o "jugar al frisbee" (Koum, de WhatsApp) en lugar de trabajar con Zuckerberg?

Lynette Luna, la analista principal de GlobalData, dijo a The Guardian que en el caso de Instagram, como en el de WhatsApp, Facebook intentaba "obtener más dinero por publicidad". Mientras los fundadores creían en la misión de sus productos, la red social no dudaba en afectarla si eso generaba más dólares. "La estrategia de Facebook ha sido permitir que las compañías que compran operen de manera independiente para lograr crecimiento, y entonces monetizarlas", dijo Luna. "Y cuando empieza a monetizarlas hay conflicto con los fundadores".

En una entrevista publicada en Forbes, Acton lo confirmó: "Vendí mi compañía. Vendí la privacidad de mis usuarios por un beneficio mayor. Tomé una decisión y negocié. Y vivo con eso todos los días", dijo. "La publicidad dirigida me deja descontento", agregó el cofundador de WhatsApp que había defendido el lema "Sin avisos, sin juegos, sin trampas", un contraste visible con la empresa de Zuckerberg, que "obtiene el 98% de sus ingresos de la publicidad", según el artículo.